En las concurridas playas de Florianópolis son comunes las filas de argentinos que esperan ser atendidos en las Unidades de Pronta Atención afectados por los desechos que se vierten directamente al mar.
Hasta la desgracia de la familia Caballero, el mayor problema que tenían los cientos de miles de turistas que veranean en Florianópolis eran los numerosos casos de intoxicación en la popular playa de Canasvieiras, al norte de la isla de Santa Catarina.
«Hemos tenido muchísimos chicos con vómitos, diarrea e irritaciones en la piel y los ojos por las aguas cloacales que llegan al mar a través del río Braz, en pleno centro de Canasvieiras», comentó a LA NACION el cónsul argentino en Florianópolis, Alejandro Verdier.
Hasta el momento no hubo ningún episodio grave que requiriese una internación hospitalaria, pero las personas afectadas tuvieron que acudir a las Unidades de Pronta Atención (UPA’s) de la ciudad para recibir medicamentos (antibióticos inyectables) y ser hidratadas. Las largas filas de turistas argentinos intoxicados ya se han vuelto comunes en las UPA’s.
Las autoridades de Florianópolis han prometido que redoblarán la fiscalización sobre los desechos, pero hasta ayer los turistas se quejaban del mal olor en la zona del río, que es una virtual cloaca a cielo abierto.
