Pico Salinas se arregla con lo que hay, pero avisa: «Tengo 13 o 14 jugadores, los demás son chicos»

A seis días del debut en la B Nacional, Crucero del Norte sigue buscando una identidad futbolística y acoplar las piezas de un plantel que además de ser nuevo es llamativamente escaso para una competencia como la segunda división del fútbol argentino.

Sorpresivamente, tras realizar una decena de incorporaciones entre las que se destacaron un par de fichajes de envergadura como la «repatriación» de José Manuel Olivares o la llegada de un arquero como Leandro Requena, el club se retiró del mercado y ya le avisó al técnico, Miguel Salinas, que no habrá más refuerzos y tiene que arreglarse con lo que hay.

Pico Salinas aceptó el desafío, pero eso no quiere decir que no tenga el mismo diagnóstico que su antecesor, Sebastián Rambert, quien se habría ido del club por esos motivos. A Pascualito le dijeron que iban a traer más jugadores para encarar un torneo con aspiraciones de pelear arriba. Incluso Rambert intervino activamente en las conversaciones por algunas incorporaciones que se hicieron y por varias que no llegaron a concretarse porque la dirigencia colectivera no avanzó.

“Tengo un grupo de 13 ó 14 jugadores profesionales y los demás son todos chicos. Se vio en el segundo partido de hoy cuando los 10 jugadores de campo fueron de las inferiores», explicó Pico tras la derrota 2 a 1 ante Sportivo Patria el sábado, sin ánimo de quejarse pero con un tono bien realista.

Para un equipo de la B Nacional contar con esa cantidad de jugadores es muy poco. La mayoría de los técnicos trabajan con un plantel de entre 25 y 30 profesionales (dos jugadores por puesto) a los que le suman 3 o 4 juveniles para ir mechando con los grandes y generar una señal hacia la cantera del club. Cada tanto aparece uno o dos que se gana el puesto entre los 11 titulares a fuerza de destacadas actuaciones.

No es el caso de Crucero, que le dio a varios chicos la posibilidad de jugar partidos importantes como contra los grandes en el fin del torneo pasado, con el equipo ya descendido. De todos los chicos que probó, ninguno se ganó la titularidad sino que más bien aportaron su granito de arena para terminar de la mejor manera posible un certamen en el que la suerte ya estaba echada.

«Espero que puedan crecer rápido y darle satisfacciones al club y a nosotros”, explicó Pico, quien también piensa que lo ideal sería no cargar a los «pibes» con semejante responsabilidad desde el arranque. «Estan creciendo despacito, pero lo que les dije es que tienen que crecer más rápido para mañana tenerlos en cuenta y si un jugador se cae, tenerlos en cuenta a ellos», explicó.

«Hasta ahora el club dijo que no iba a traer más jugadores, así que trabajo y pienso en el primer partido con Los Andes con estos jugadores», afirmó Salinas, consultado sobre la posibilidad de que vinieran más refuerzos.

Por todo esto es que Pico, al igual que Rambert hasta hace unos días, no se subió al discurso oficial del club de «intentar volver a Primera» rápidamente. La realidad parece ser otra, y consolidarse como club de la B Nacional y no pasar angustia con la tabla «de abajo» parece ser el principal objetivo de este Crucero, aunque Salinas lo dice con otras palabras.

“La verdad es que tenemos que ser pacientes e ir paso a paso. Si digo algo después la realidad te puede sorprender o castigar, por eso prefiero ser cauteloso y no prometerle nada a la gente más que mi trabajo y mis conocimientos.Queremos que Crucero vuelva a ser el que fue hace un año atrás, para tratar de aprovechar todo, la cancha, el clima, el calor, el césped y ojalá que podamos recuperar la mística que tuvo Crucero hace unos años atrás”.

Más allá de este toque de realismo, para Salinas la posibilidad que le dio el club es muy importante en su carrera y se lo nota entusiasmado con el desafío. Su anterior experiencia en el club fue en el Federal B, dos categorías más abajo.

«Estoy muy contento, porque incluso ya tuve la suerte de hacer un interinato contra Colón en Primera División (fue 0-0 el 4 de mayo pasado en Santa Inés), eso no lo esperaba tampoco, pero este pedido demuestra que me tiene mucha confianza. Ahora tenemos que trabajar mucho y demostrarle que no se equivocó en la decisión”, cerró el nuevo DT.

Crucero del Norte trabajará esta mañana en Santa Inés y continuará con la preparación -ya sin más amistosos a la vista ni jornadas doble turno- hasta el viernes, cuando viajará vía terrestre a Buenos Aires para arribar el sábado y quedar concentrado un día antes del choque en el estadio Gallardón ante el Milrayitas.

Una de las grandes dudas es la presencia de Juan Manuel Olivares, quien arrastraba una sobrecarga muscular. Desde el club aseguraron que el ex Los Andes no tiene ninguna cláusula que le impida jugar ante su ex equipo.

Hasta ahora, quienes siguen el trabajo día a día en Santa Inés afirman que el probable equipo que debutará el la B Nacional el próximo domingo formaría con:

Leandro Requena; Alejandro «Tarrito» Pérez, Delio Ojeda, Facundo Coria, Rodrigo Lechner; Fabricio Pedrozo, Juan Gáspari, Fabio Vázquez, Nico Castro; Gabriel Chironi y Christian Ledesma.

MB

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