Becaria del CEDIT investiga sobre acceso al diagnóstico y tratamiento del VIH en embarazadas

Falta de conocimiento sobre el VIH/Sida, baja expectativa personal con respecto al tratamiento y dificultad para ser atendidas en los servicios de atención primaria de la salud (CAPS) son algunas de situaciones por las que atraviesan las mujeres embarazadas con VIH, en Misiones. Estos inconvenientes se detectaron a través de una investigación sobre las barreras en la accesibilidad al diagnóstico y tratamiento del VIH en embarazadas de Misiones.
El trabajo lo lleva adelante Claudia Isabel Domínguez, becaria del Comité Ejecutivo de Desarrollo e Innovación Tecnológica (CEDIT), bajo la dirección de Eliana Patricia D´Amore y Gustavo Alfredo Silva. El objetivo es determinar en qué situación se encuentran las pacientes embarazadas con VIH. Para ello se realizaron entrevistas a las internadas en el hospital Materno Neonatal de Posadas, que dieron a luz recientemente y tienen serología positiva.

Según los primeros resultados, se observó que existe desconocimiento –entre las pacientes- sobre el virus. Debido a eso “no en todos los casos se han realizado análisis de sangre en los primeros meses de embarazo o no han hecho el seguimiento necesario en el centro de atención de nivel primario de la salud”, expuso Domínguez en el primer resumen de la investigación.

Además, se advirtió que es baja la expectativa personal con respecto al tratamiento, por lo general lo hacen por sus hijos. Solo la situación de dar vida “funciona como un factor para hacer el tratamiento”, apuntó Domínguez. Con relación a los inconvenientes para ser atendidas, se observó que “la barrera administrativa es una de las más frecuentes”. También existen barreras culturales, como ejemplo: “no suelen ser informadas de los pasos a seguir con sus niños y los medicamentos suministrados y la utilización de términos complejos por parte de los profesionales”.

En síntesis, “el pasaje por los centros de salud de atención primaria tienen más barreras de tipo culturales y administrativas que geográficas y económicas, sumado a esto la barrera simbólica a causa de las diversas representaciones sociales que circulan sobre el VIH/Sida, motivado por la escasa o nula información que poseían antes del diagnóstico positivo”, señaló Domínguez en su informe.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que, en 2013, había alrededor de 35,3 millones de personas en el mundo infectadas con el VIH. Más de 16 millones de personas están en condiciones de recibir el tratamiento pero no tienen acceso por diferentes factores. De la población infectada alrededor de 15,5 millones son mujeres y 3,34 millones son niños, la gran mayoría de la cuales fueron infectados por vía vertical.

Ante este panorama, el tratamiento y seguimiento de embarazadas con VIH es fundamental porque es posible evitar la trasmisión del virus de la madre al niño. Paran lograrlo la madre debe tomar los recaudos necesarios durante el embarazo, el parto y el amamantamiento. Es decir que “el problema reside en la accesibilidad al tratamiento por parte de las mujeres embarazadas”, planteó Domínguez, en la primera de la investigación que lleva adelante.

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