El emotivo momento en que una niña prueba su brazo hecho con una impresora 3D

Cierra los ojos y haz memoria durante unos segundos. ¿Recuerdas tu infancia? ¿Recuerdas cómo se te aceleraba el corazón cuando recibías un regalo sorpresa? ¿Y esa desbordante alegría de descubrir en el interior de la caja justo aquello con lo que soñabas desde hacía semanas? Si todavía conservas esa clase de recuerdos, seguro que te cuesta contener las lágrimas cuando veas la contagiosa sonrisa de la pequeña Isabella al recibir y probar su nuevo brazo impreso en 3D. Estas imágenes están conmoviendo a miles de internautas en YouTube.

Apenas cuatro días después de su publicación, el vídeo que acabas de ver se acerca al medio millón de reproducciones. Y como ya habrás imaginado a estas alturas, tiene una hermosa historia detrás, que hemos conocido a través del blog «TechCrunch». La historia de Isabella, una niña de 8 años residente en Bristol, que gracias a un donativo ha sentido por primera vez en su vida lo que es jugar utilizando las dos manos.

La persona que ha subido el vídeo a YouTube es la misma que diseñó el brazo, un hombre llamado Stephen Davies. Este héroe anónimo trabaja en e-NABLE, un grupo que se dedica a construir esta clase de dispositivos para aquellos que más los necesitan. El regalo de Isabella era su primer encargo, por lo que decidió completar un viaje de más de 300 kilómetros para entregárselo personalmente. «Su enorme sonrisa al recibirlo vivirá conmigo siempre, es alimento para mi alma», ha confesado Stephen al compartir su experiencia.

La pequeña quedó maravillada con su obsequio. Le encantaron los colores y no quiso esperar ni un minuto para probar cuántas cosas podía hacer con él. Para sus padres, la mayor felicidad fue comprobar la inyección de confianza que el brazo 3D supuso para Isabella. «Nunca ha sido tímida, pero teníamos miedo a su reacción cuando creciese y empezase a percibir miradas o susurros en lugares públicos. Enseguida quiso llevar su nuevo brazo al supermercado y explicar a todo el mundo cómo funciona», explica Matt, su padre.

El potencial de la tecnología de impresión 3D es sencillamente formidable. Hace algunas semanas te hablamos de una empresa china que la utiliza para construir chalés en tres horas. También puede aplicarse al mundo de la moda, a la industria farmacéutica, el calzado o incluso usarse para construir automóviles. El sincero brillo en los ojos de esta niña inglesa que aparece en el vídeo de YouTube nos recuerda el auténtico objetivo de la investigación y el progreso tecnológico: hacer más feliz y completa la vida de las personas.

(ABC España)

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