Conflicto en Garupá: vecinos de La Eugenia y dueños del loteo acuerdan un impasse hasta marzo

La polémica por el loteo lindante al club de campo La Eugenia tendrá un impasse al menos hasta marzo de 2015. Este martes por la tarde, vecinos del mencionado barrio, representantes de los dueños de los lotes, funcionarios de la Municipalidad de Garupá y concejales del municipio acordaron que se paraliza la apertura de calles que la comuna había encarado. También que se conformará una comisión que incluirá a vecinos del mencionado complejo y a responsables del loteo para que definan los pasos a seguir.
La reunión se llevó a cabo a las 14 en el edificio comunal garupeño y hubo una presencia importante de participantes. Javier Stefañuk, presidente de la comisión directiva de La Eugenia, admitió que salió “muy conforme del encuentro, porque primó el diálogo y las partes van a analizar a fondo el asunto, con la mediación de la Intendencia”.
Precisó que cada uno expuso sus puntos de vista con claridad. “En el marco del mayor de los respetos, como se tienen que dar estas cosas, se decidió la conformación de esta comisión, establecida por ordenanza, para que se llegue a una solución de fondo de esta cuestión”, añadió el vecino.
Para Stefañuk fue importante que el conflicto trascendiera públicamente, porque “de la semana pasada, con las máquinas ya trabajando, llegamos a esto que es analizar la situación, en la que no queremos que nadie salga perjudicado”.
“Los dueños del loteo designaron a un abogado para que los represente. Ahora el club de campo tiene que establecer quiénes deben ser los suyos”, adelantó.
El emprendimiento inmobiliario por ahora frenado consta de 87 lotes. Queda detrás de La Eugenia. Los propietarios pidieron la apertura de calles para que los interesados llegaran a esas tierras.

area  derribda por retro
El 19 de noviembre, vecinos se pararon frente a las máquinas de la comuna y evitaron que siguiera derribando árboles para abrir una calle.

Stefañuk, por su parte, le explicó a Misiones Online su postura: “Nosotros no nos oponemos a que los dueños de esas tierras hagan negocios, pero que lo que se proyecte sea acorde a lo que es la zona, que tenga coherencia con lo que ya está. Nosotros estamos acá desde hace 32 años, pregonando y llevando a la práctica un modo de encarar un vecindario. Por eso proponemos que se haga algo pensado, analizado, no a las apuradas. Si se tiran árboles y abren calles, si se hace un loteo, eso es para toda la vida. No hay posibilidad de que después de unos años alguien vaya a decir: ‘Bueno, tiremos todo y hagamos de esto de nuevo una pradera’”.
En marzo se sabrá cómo sigue la historia.

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