Expectativa de jóvenes misioneros que viajarán a Río para ver al Papa

María Emilia Aguirre, hace un año trabaja junto a su comunidad, San Miguel de Posadas, para viajar al Encuentro Mundial de Jóvenes en donde verán al Papa Francisco. “Nos vamos 40 chicos de la comunidad de San Miguel, San Benito y Santos Mártires, nos vamos a hospedar en casas de familia, en iglesias, o en escuelas, y tenemos actividad todos los días. Estamos felices, es una oportunidad única”, relató. 

 


Radio Libertad. María Emilia Aguirre, posadeña que viajará a ver al Papa

En una semana el Papa Francisco encarará su primer viaje internacional para presidir la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), el multitudinario encuentro que congregará a 2 millones de jóvenes de todo el planeta en Río de Janeiro, entre ellos, unos 40 mil argentinos.

 

María Emilia Aguirre, una joven posadeña que formará parte de esos dos millones de jóvenes de todo el mundo que se congregará en el encuentro, contó: “tenemos muchas ansias de viajar, salimos el 23 rumbo a Río de Janeiro. Nos vamos en un grupo de 40 chicos, de las comunidades de San Miguel, San Benito, Santos Mártires. Una vez allá hacemos vigilia y nos manejamos con los otros argentinos que viajen. Hace un año que estamos averiguando y trabajando para ir. Nos vamos a hospedar en casas de familia, iglesias y escuelas, el coordinador nos va a indicar los lugares y una vez que llegamos nos dan una credencial y nos movemos con el grupo A que somos los argentinos, después grupos más chicos se van a dividir por números. La verdad es que tengo una emoción inmensa de conocer al Papa y más porque es Argentino, pero lo que más valoro es la posibilidad de que voy a poder transmitir esta vivencia a otros jóvenes de Posadas”. 

 

 

El papa Francisco llegará a Río el lunes 22 por la tarde y permanecerá en la llamada «ciudad maravillosa» hasta el domingo 28, alojándose en la residencia Sumaré, el mismo lugar en el que se hospedó Juan Pablo II en sus visitas a Brasil en los años 1980 y 1997.

 

 

Su agitada agenda incluye encuentros con la clase dirigente y la presidenta de Brasil, Dilma Rouseff; visitas a jóvenes presos y en recuperación de las drogas; un recorrido por una favela; confesiones a un grupo de chicos y una visita a Aparecida, sede del más grande santuario mariano de Brasil.

Si bien la agenda ya estaba pensada y diagramada para su antecesor Benedicto XVI, con la llegada del papa argentino al Vaticano hubo que hacer algunos agregados que responden a sus preferencias de ir hacia la «periferia» de las realidades más dolorosas; en este caso de los jóvenes, que responden a su personal estilo de cercanía y sencillez que cautiva al mundo.

 

Uno de estos pedidos especiales fue la visita a una favela ubicada en la zona norte de Río, en Varginha -que fue pacificada por la policía en 2012-, desde donde Francisco dirigirá un mensaje a la comunidad residente allí.

El papa argentino quiso incluir también una escala en Aparecida, a unos 250 kilómetros de Río de Janeiro.

Allí, en el año 2007 se realizó la última reunión de la Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y el Caribe (CELAM) y Bergoglio fue el presidente de la estratégica comisión redactora del documento final, el mismo que ahora como papa le regala a todos los presidentes latinoamericanos que lo visitan.

 

Pero los momentos más fuertes de la jornada serán los encuentros masivos y al aire libre de Francisco con los jóvenes: a lo largo de la playa de Copacabana para el recibimiento del jueves 25 y la celebración del Vía Crucis el viernes 26; y en un campo en Guaratiba -a 15 kilómetros de Río- para la vigilia del sábado y la misa de envío del domingo.

El papa ofrecerá en total 14 mensajes, entre discursos y homilías, dirigidas a los jóvenes del mundo en particular, y que serán seguidos por los 5.600 periodistas acreditados por 2.500 medios de comunicación, una presencia récord para este tipo de eventos.

 

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