Reflexión dominical del pastor Guillermo Decena

Por qué vemos gente con mucha plata que no es feliz, que se sienten vacíos y algunos llegan al extremo de terminar con sus vidas porque no le encuentran sentido? La respuesta es simple, les falta lo más importante, la presencia de Dios en sus vidas, el único que puede llenar el corazón de gozo y plenitud es Cristo Jesús y hoy vamos a ver “Fluir en la bendición”, porque Proverbios 10:22 dice que la bendición de Jehová es la que enriquece.

 

El profeta Hageo destaca cómo los hijos de Dios pueden caminar bajo la bendición de Dios. Muestra también las causas de por qué el pueblo pierde las bendiciones de Dios.  

 

1.  Para caminar en la bendición de Dios, los intereses personales no deben reemplazar los intereses de Dios. Hay que dejar de ser egoístas.  

“Este pueblo dice, No ha llegado aún el tiempo, el tiempo de que la casa de Jehová sea reedificada.” (Hageo 1:2) Los israelitas dejaron de construir la casa del Señor, para construir sus propias casas!

Esta escena tuvo lugar 68 años después de que el templo de Salomón fue destruido. Un grupo  había vuelto a Jerusalén de la cautividad babilónica para reconstruir la casa de Dios. Y, de hecho, pusieron el fundamento del templo con entusiasmo. Pero poco a poco, perdieron el interés en la obra de Dios. Dijeron, “Simplemente no es el tiempo – estamos teniendo demasiados problemas. Además, estamos pasando demasiado tiempo aquí. Estamos descuidando nuestras familias y nuestros negocios.”

Y decía el profeta “¿Es para vosotros tiempo, para vosotros, de habitar en vuestras casas artesonadas, y esta casa está desierta? Pues, así ha dicho Jehová de los jercitos: Meditad bien sobre vuestros caminos” (versículos 4-5). Él estaba diciendo, en otros términos, “Despiértense! Piensen en lo que están haciendo!”

Lucas 2:49  Entonces él les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar? Jesús sabía para que había sido enviado y contaba con la absoluta bendición del Padre porque se ocupaba de los intereses de Dios y no priorizaba los intereses egoístas de la carne.

De hecho, la iglesia de Jesucristo es su cuerpo sobre la tierra. Él es la cabeza, en la gloria y nuestro trabajo aquí en la tierra es construir su cuerpo espiritual. Todo lo que hacemos por Jesús no es construir simplemente una iglesia local o ministerio ¡construimos el cuerpo de Cristo en la tierra!

¿Por qué  los cristianos no fluyen en la bendición de Dios? ¡Cuando Detienen la obra de su templo!, cuando dejamos la oración y la búsqueda de Dios, cuando dejamos de edificar su cuerpo espiritual, o sea cuando dejamos de hacer discípulos! Cuando dejamos de ganarlos y consolidarlos, explicándoles primeramente del amor de Dios y la salvación en Cristo Jesús. Salmos 100:2  Servid a Jehová con alegría; La falta de bendición llega como consecuencia de poner tus propios intereses primero.

“Sembráis mucho, y recogéis poco; coméis, y no os saciáis; bebéis, y no quedáis satisfechos; os vestís, y no os calentáis; y el que trabaja a jornal recibe su jornal en saco roto” (Hageo 1:6). Quiere decir que tenían permanente insatisfacción!

Dios dice: “Y llamé la sequía [para ti]… sobre todo trabajo de [tus] manos” (versículo 11). Él está diciendo, “¡Si empezas a descuidar tu alma y volverte a las cosas materiales, terminarás triste, descontento, vacío, seco! Tendrás la peor sequedad, que es la sequedad espiritual, y todo tu duro trabajo solo te hará sentir peor! Y pensarás en esos momentos: Es esto todo lo que hay en esta vida?”

Por eso, busca primeramente el Reino de Dios, dice el Señor!! Y todo lo demás te será dado por añadidura.

 

2. Para fluir en la bendición de Dios debemos buscar una vida de pureza interior.

 “Si alguno llevare carne santificada en la falda de su ropa, y con el vuelo de ella tocare pan, o vianda, o vino, o aceite, o cualquier otra comida, ¿será santificada? Y respondieron los sacerdotes, y dijeron, No” (Hageo 2:12).

Hageo se imagina a un sacerdote llevando a casa un corte de carne santificada del altar de sacrificio. El profeta pregunta: “¿Esa carne santa transfiere santidad a su vestido? Cuando la pone en la mesa en casa, ¿Comunica santidad a cualquier otra comida allí?” La respuesta era NO!”

Aquí está el punto del profeta Hageo: Estar alrededor de las cosas santas no te transfiere santidad a vos.

Estos israelitas pensaban que la misma tierra era santa, así que vivir en esa tierra los hacía santos. Igualmente hoy, muchos están convencidos que están bien con Dios porque van a la iglesia de vez en cuando. Piensan que a través de la alabanza y oración santificadora del pueblo de Dios, de algún modo la santidad de Dios será transferida a ellos.

Cantando aún en el coro, haciendo buenas obras o sentándose a la mesa del Señor, ninguna de estas cosas espirituales que son buenas, en sí mismas puede hacerte recto. Podes tener una esposa santa o un esposo consagrado ¡pero ninguna de esas cosas te hará santo si no tenes comunión con Jesús! Porque si no tenes una permanente actitud de humillación arrepentimiento y comunión es imposible fluir en la bendición de Dios!

Pero gracias a Dios, él ha hecho provisión para la limpieza de cada  pecado. ¿Estás batallando con un pecado secreto? ¿Ha impedido ese pecado el flujo de la bendición de Dios para vos? ¿Te sentís vacío, seco, solo o triste? Escucha lo que dice la Palabra de Dios para vos:

“Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. Y él es la propiciación (el que cubre) de nuestros pecados” (1 Juan 2:1-2). Una nueva vida y nuevas bendiciones son tuyas, ahora mismo, en Cristo! A Dios no le toma mucho tiempo limpiar por completo tu vida. Simplemente reconoce ante él: “Señor, te he fallado. Me arrepiento, límpiame, te acepto en mi corazón Jesús y quiero tu bendición!”


Pastor Guillermo Decena, Centro Familiar Cristiano Eldorado.

Predicas en vivo los miércoles y domingos 20 horas, a través dewww.centrofamiliarcristanoweb.org 

 

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