El doctor Manuel Alvarenga, víctima de un violento asalto ayer a plena luz del día en su consultorio de calle San Lorenzo entre Catamarca y Entre Ríos de Posadas, relató que todavía se sienten nerviosos, él y su esposa, por los momentos que a punta de cuchillo y golpes tuvieron que pasar. “Estaban encapuchados, le dieron un cachetazo a mi esposa y la empujaron al piso, a mí me maniataron y me decían quiero dólares”, contó.
Dos asaltantes, uno de ellos encapuchados, a punta de cuchillo asaltaron al médico cirujano, Manuel Alvarenga y a su esposa. Le sustrajeron más de cinco mil pesos en efectivo, un reloj, llaves y documentaciones. El atraco se produjo en el consultorio situado sobre calle San Lorenzo al 2145 de Posadas.
Ayer, alrededor de las 16:40, sonó dos veces el timbre del consultorio situado sobre San Lorenzo entre Catamarca y Entre Ríos. La esposa del galeno abrió la puerta y se encontró con un hombre encapuchado quien le gritó “esto es un asalto señora”. Junto a este estaba un cómplice a cara descubierta. Ambos tenían cuchillo.
El sujeto que tenía pasamontañas le puso el cuchillo en el cuello al doctor Alvarenga y lo llevó hasta el baño donde lo maniató. Mientras que el otro delincuente, también intimidó a la mujer, le tapó el rostro con una toalla y amenazó con degollarla.
“Pese a todo tengo que agradecer que no estaban drogados, porque si estaban drogados me liquidaban. La que más nerviosa está es mi esposa. Ella tiene muchos moretones”. (Show)
“Querían dólares”
El médico relató que en todo momento reclamaban que les entreguen dólares. Después fueron por una billetera en la que había dinero en efectivo además de las documentaciones del profesional. Le arrebataron un reloj pulsera Citizen y se apoderaron de un manojo de llaves de acceso al consultorio y del domicilio particular del matrimonio.
Así se liberaron
Alvarenga, de 81 años con las manos atadas, se arrastró desde el baño hasta la puerta de acceso y salió a la vereda. Un hombre que pasaba por el lugar lo libró del precinto y luego liberaron a la mujer, a la que le empezó a faltar oxígeno a causa de tener cubierto el rostro con una toalla sacada del sanitario.
Las pistas
Los ladrones se dieron a la fuga y según las víctimas tienen entre 30 y 35 años. Uno llevaba remera negra y el otro una prenda similar blanca. Tenían acento lugareño y eran muy violentos.
