El domingo pasado hablamos de “El peligro de la Soberbia” y hoy vamos a ver la segunda parte de esta reflexión. Soberbia viene de “superbus” que en idioma latín describe estar arriba de todos los demás, ese sentimiento negativo de la humanidad, por el cual las personas endurecen su corazón pensando que no necesitan a Dios.
Proverbios 16:18-19, “… Antes del quebrantamiento es la soberbia, Y antes de la caída la altivez de espíritu…”
Una rana se preguntaba como podía alejarse del clima frio del invierno. Unos gansos le sugirieron que emigrara con ellos. Pero el problema era que la rana no sabía volar. «Déjenmelo a mí -dijo la rana-. Yo si que soy inteligente». Luego pidió a dos gansos que la ayudaran a recoger una caña fuerte, cada uno sosteniéndola por un extremo. La rana pensaba agarrarse a la caña por la boca.
A su debido tiempo, los gansos y la rana comenzaron su travesía. Al poco rato pasaron volando por una pequeña ciudad, y los habitantes de allí salieron para ver el inusitado espectáculo. Alguien pregunto: «¿A quién se le ocurrió tan brillante idea?» Esto hizo que la rana se sintiera tan orgullosa y con tal sentido de importancia, que exclamo: «A MI!». Y su orgullo fue su ruina, porque al momento en que abrió la boca, se soltó de la caña, cayó al vacío y murió.
Veremos algunos puntos en cuanto a la soberbia:
1) Soberbia de no ver lo que Dios dice.
El faraón de Egipto no quería entender que debía dejar ir al pueblo de Israel. Se ensoberbeció. Éxodo 9:17 ¿Todavía te ensoberbeces contra mi pueblo, para no dejarlos ir?
Muchas veces Dios advierte a los seres humanos lo que les puede pasar si andan en cosas equivocadas, pero las personas en vez de humillarse se endurecen.
Proverbios 29:1 El hombre que reprendido endurece la cerviz, de repente será quebrantado, y no habrá para él medicina.
EL ORGULLO ES LA RAZON PRINCIPAL POR LA CUAL LAS PERSONAS ENDURECEN SU CORAZÓN Y PIENSAN QUE NO NECESITAN DE DIOS.
Marilyn Monroe fue visitada por el gran predicador Billy Graham durante una presentación de un show. Él dijo que el Espíritu de Dios le había enviado a predicarle. Después de oír lo que el Predicador tenía que decir, ella dijo ‘yo no necesito a su Jesús”. Una semana después, la encontraron muerta en su departamento.
Según Éxodo 8:15 un corazón duro es un corazón al que le queda mucha lucha. Personas con mucho orgullo son las que mas endurecen su corazón. El Faraón es un ejemplo de esto, endureció su corazón 10 veces, porque a pesar de todas las advertencias tenía un corazón duro y orgulloso.
La humildad es la clave para tener un corazón tierno y agradable. Dios suaviza y abre los corazones de aquellos que practican el abrir sus vidas a El. Hechos 16:14.
UN CORAZÓN ENDURECIDO NUNCA ATRAE LA BENDICION DE DIOS SINO AL CONTRARIO. Job. 9:4 …quien endureció su corazón y le fue bien?
Cuando nos endurecemos en contra de alguien o de alguna circunstancia, nos estamos endureciendo en contra de Dios. En la Biblia vemos que cuando alguien endureció su corazón, nunca trajo la bendición de Dios, sino lo contrario, atrae maldición. Dios no bendice allí donde hay endurecimiento.
2) El soberbio no acepta los milagros de Dios.
El capitulo 9 del evangelio de San Juan describe muy bien este punto, al relatar que Jesús le dio vista a un ciego de nacimiento pero los fariseos no podían aceptarlo. La historia es muy interesante pero termina demostrando que a un orgulloso ni un milagro de Dios le puede cambiar.
Ante los milagros de Dios los hechiceros del faraón pudieron imitar solo alguno de esos eventos sobrenaturales pero llegó un punto en que la astucia engañadora del maligno no pudo más… pero ni así ablandó el corazón del faraón.
Lucas 7: 22 Y respondiendo Jesús, les dijo: Id, haced saber a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpios, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio. Lucas 7:23 y bienaventurado es aquel que no halle tropiezo en mí.
Ni con los milagros de Jesús se ablandaban, era tanto el orgullo que no aceptaban los milagros de Jesús y de última decían que eran del mismo diablo. El apóstol Juan los llama milagros «señales», porque significan algo. Todo lo que hizo Jesús fue hecho para revelar la persona y el carácter de Dios. Los milagros nos muestran la naturaleza de Cristo. Demuestran que Dios está con nosotros.
Los milagros de sanidad y resurrección de los muertos prueban que Jesús es el Señor y dador de la vida.
La alimentación de los cinco mil demuestra que Él es el sustentador y proveedor de la vida.
La curación del ciego de nacimiento indica que Él da la vista física y espiritual.
Jesús caminó sobre el agua y cesó la tormenta, demostró así que Él tiene poder sobre las leyes de la naturaleza (6:16-21).
En cada uno de Sus milagros Jesús demuestra una y otra vez que Él hace lo que el Padre hace (Juan 10:37). Él es igual con el Padre, y la única manera en que se puede conocer el carácter y la naturaleza del único y verdadero Dios es a través de Su único Hijo Jesús (Juan 14:9).
3) Confiar en la inteligencia humana.
“Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos y él allanará tus sendas.” Proverbios 3:5-6.
El primer hombre en ir al espacio, el ruso Yuri Gagarin, expresó desde el espacio que no hay ningún Dios en los cielos… pero parece que allí la brillante carrera espacial rusa quedó detenida, no fue un hombre muy afortunado, pese a la fama y a los logros obtenidos, el mismo año que viajó al espacio se volvió alcohólico y murió trágicamente unos años después a sus jóvenes 34 años, seguramente allí mismo pudo corroborar la existencia de Dios.
Confiar en el Señor con todo nuestro corazón es la clave y sabemos que esto sólo puede lograrse a través de la fe en Su Hijo. Confiar es depender de Dios, confiar en la justicia de sus caminos y buscar ser guiados por ellos en cada circunstancia en nuestras vidas.
Auto-suficiencia y auto-dependencia, han sido la ruina de la humanidad desde siempre. El gran pecado de la raza humana es su esfuerzo continuo para vivir de forma independiente de Dios, y así estamos, ignorando al Señor en todas las cosas que se hacen, degradando el planeta y autodestruyéndolo, olvidando los valores, la moral y todas las enseñanzas que nos dejó Dios en su Palabra.
Confiar en Dios y descansar en Él debería ser nuestro objetivo. Cuando hay una decisión que tenemos que tomar, siempre debemos ir ante el Señor, porque Él sabe lo que es mejor para nosotros. Tenemos que recordar que no debemos confiar en nuestra propia inteligencia. Debemos confiar en el Señor por completo en cada decisión que tomamos. No debemos ser sabios en nuestra propia opinión. Siempre debemos estar dispuestos a escuchar y ser corregidos por la Palabra de Dios y sus sabios consejos.
James B. Irwin, tras caminar sobre la Luna, declaró haber «sentido el poder de Dios como jamás lo había sentido antes». En 1998, John Glenn, que regresó al espacio después de 36 años, declaró: «Para mí es imposible contemplar toda la creación y no creer en Dios». Quien sabe, quizás a los más orgullosos haya que llevarlos a la Luna para que crean en el Señor.
