Incertidumbre por cierre de aserradero en Wanda

El intendente de la localidad del norte confirmó que la planta dejó de operar. Indicó que los trabajadores buscan una “salida negociada” pero la firma Maderera Iguazú no aparece. En la zona dejó de funcionar hace poco más de año y medio el aserradero Puerto Bosetti, de la chilena Alto Paraná.

Se confirmó el cierre del aserradero de la empresa  La Palmira en Wanda, que dejó a 61 empleados en la calle y una marcada sensación de incertidumbre en el sector. En la misma zona, hace poco más de un año y medio, dejaba de funcionar la planta industrial Puerto Bossetti, de la firma chilena Alto Paraná Sociedad Anónima.

 Respecto al cierre de La Palmira, el intendente Jorge Frowein dijo que el ánimo es de preocupación, “pero hasta ahora la gente está tranquila, tratando de buscar una salida negociada”. Consideró que es una situación bastante atípica, “porque no hay comunicación oficial de quiebra ni de despidos de empleados”.

Frowein indicó que la propietaria de la planta es La Palmira, que durante trece o catorce años hizo explotación del aserradero con perfil netamente exportador “cuando la situación del mercado internacional favorecía, le había ido bien, pero se empezó a complicar con la crisis internacional desde 2008. Entonces optó por alquilar el establecimiento a Maderera Iguazú, que sí tenía un mercado interno. En abril de 2010 comienza la explotación del aserradero por parte de esa firma”.

 

Mal recuerdo

El cierre de la planta de La Palmira remitió a los pobladores de la zona, a la amarga situación vivida con salida de funcionamiento del aserradero Puerto Bosetti, de la firma Alto Paraná, que en su momento puso en vilo a más de 200 operarios.

La empresa chilena, la mayor terrateniente de la provincia, se había comprometido a reconvertir la planta para que cumpla una nueva función y a reubicar allí a los trabajadores en la zona.

Según indicó, el secretario general del Sindicato de Obreros de la Industria de la Madera en la zona Norte, Jorge Ríos, la gran mayoría de las 209 personas que trabajaban en Puerto Bosetti, lejos de ser reubicadas por Alto Paraná, fueron “empujadas” por la empresa a acogerse a un “retiro voluntario” por el que cobraron las indemnizaciones correspondientes, pero que los dejó sin su fuente laboral.

Buena parte de quienes se desempeñaban en Puerto Bosetti, terminaron como cuentapropistas, manejando un taxi o poniendo un kiosco con las indemnizaciones cobradas.

 

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas