Desde muy temprano miles de personas formaron parte de la 50 edición de la tradicional Peregrinación al Santuario de la Virgen de Fátima. Emoción, entrega y fiesta en una de las muestras de religiosidad más grandes de la Capital Misionera. El Obispo de la Diócesis de Posadas, Juan Rubén Martínez presidió la misa concelebrada cientos de fieles de distintas comunidades que se acercaron a celebrar junto a la “Madre de Jesús”.
Desde las 6 el atrio de la Catedral de Posadas fue recibiendo a los peregrinos que media hora después partieron hasta el Santuario de la Virgen de Fátima sobre ruta 12. El derrotero fue sumando fieles a lo largo de su desarrollo y cerca de las 8.45 se produjo el arribo a la Ermita.
Fiesta y Alegría
Con vítores, cánticos, palmas y emoción La Virgen llegó a su hogar en el inicio de lo que fue un verdadero día de fiesta. “Medio siglo de fe y amor a María caminando con Cristo nuestra fuerza permanente”, decía el padre Héctor Maldonado animando la llegada de los peregrinos.
“Vivir la fe”
En su Homilía, en el sexto domingo después de la Pascua, el Obispo llamó a los cristianos a imitar a María y seguir su camino de fe. “La fe en un don que tenemos que potenciar para poder vivirla en forma plena y no de manera artificial”, agregó.
Haciendo alusión a la vida de María como madre de Jesús sostuvo que “ella sin entender lo que sucedía dijo que sí a la voluntad de Dios y esa convicción la mantuvo en las buenas y en las malas. María no claudicó en su fe y pese a que muchos de nosotros vivimos situaciones de dolor, división familiar y problemas debemos tener fe inquebrantable como la tuvo María en sus 30 años al lado de Cristo”.
Martínez sostuvo que a pesar de que en la actualidad “muchos viven a contrapelo del camino de Dios, hay que tener certeza de que ser cristiano es un estilo de vida que se debe demostrar en la cotidianidad, en los buenos y malos momentos”.
Al finalizar su reflexión recordó que Dios propone un camino muchas veces difícil y rezó por que “en nuestra provincia como en el país haya un pueblo comprometido con la fe y sobre todo con los más necesitados.
Al final de la celebración el Obispo hizo una bendición solemne invocando su bendición por la salud, el trabajo, la fe y la paz del pueblo.
Venta y kermés
Desde muy temprano tanto en el predio de Fátima como a la vera de la ruta 12 cientos de puestos de venta de comidas y diversos artículos formaron parte del cotillón de la fiesta patronal.
Dentro del predio los puestos de ventas están organizados por las demás capillas que integran la comunidad de Fátima donde hay venta de empanadas, pan casero, pastelitos, asado, pollos, y todo tipo de alimentos; cuyos fondos se destinarán al mantenimiento de dichas instituciones.
Las misas que siguen: A las 11 misa de los enfermos. A las 15 y a las 17 Misa de los Jóvenes (Clausura de las Fiestas Patronales).
