Tras 8 años, 4 meses y 3 días en coma por un frustrado intento de cirugía en una clínica de ojos falleció Nora Da Silva de Villalba, era la esposa del ex concejal radical José «Pepe» Villalba. Nora da Silva falleció el jueves. Sus restos fueron sepultados ayer al mediodía. El 30 de diciembre del 2003 había concurrido a la clínica de ojos de calle Bolívar por un desprendimiento de retina y salió con lesiones neurológicas irreversibles que la dejaron en estado vegetativo permanente.
Tras ocho años, cuatro meses y tres días en coma por un frustrado intento de cirugía en una clínica de ojos falleció el jueves Nora Da Silva de Villalba, quien era la esposa del ex concejal radical José «Pepe» Villalba. Nora da Silva el 30 de diciembre del 2003 había concurrido a la clínica de ojos Cáceres Zorrilla, de calle Bolívar por un desprendimiento de retina y salió con lesiones neurológicas irreversibles que la dejaron en estado vegetativo permanente.
En ese entonces, el edil erradicó una denuncia penal en contra de los médicos de la clínica. La mujer se internó para ser intervenida por un «desprendimiento de retina» y luego de ser anestesiada «en forma total» derivó en un «edema clotial». Su estado es «muy complicado», aseguró el marido.
Al ser sometida a una «anestesia total, donde no se garantizó los recaudos cardiológico del caso», derivando en «un edema clotial y su posterior recaída en estado de coma».
«Entró sana y salió en camilla», había denunciado José Villalba, quien responsabilizó al «doctor Gerardo Cáceres Barrios por mala praxis» y por los «perjuicios ocurridos en la intervención».
Según el contador, su esposa fue tratada «como un perrito al que había que operar y no se realizaron los exámenes cardiológicos correspondientes».
Villalba había denunciado al médico Gerardo Cáceres Barrios y a los demás profesionales que integran la Clínica de Ojos Cáceres Zorrilla S.R.L. ubicada por calle Bolívar 1531, primer piso de la capital provincial.
La familia de Nora Yolanda Gómez Da Silva desde aquel momento tuvo que acondicionar su hogar como una sala de terapia intensiva para poder asistir a la mujer que desde aquel momento está con vida pero no tiene conexión con la realidad.
