El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) recuerda a los argentinos que viajan al exterior, que está prohibido el ingreso al territorio nacional de animales, vegetales, productos y subproductos de origen agropecuario y forestal que pueden perjudicar la condición sanitaria del país. Los inspectores del Servicio destacados en los puestos de frontera decomisarán el material de propagación de ingreso prohibido al país. Los productos de ingreso prohibido a la Argentina son: frutas y hortalizas frescas; flores y plantas de jardín; plantas frutales, ornamentales y forestales; vegetales y sus partes (semillas, bulbos, rizomas, raíces, yemas, tubérculos, estacas y púas).
Además, todo tipo de animales vivos; carnes de cualquier especie animal; chacinados, embutidos, jamones, productos y derivados lácteos; productos apícolas (miel, cera, etcétera).
Tampoco pueden ingresar: insectos, bacterias, hongos, virus y otros microorganismos para investigación; semen, productos biológicos veterinarios (sueros, vacunas y otros) y alimentos para animales.
El Senasa también recuerda a las personas que viajan a regiones con producciones agropecuarias protegidas, como la Patagonia y Cuyo, que está prohibido el ingreso de frutas, hortalizas, carnes rojas, embutidos, jamones, productos biológicos y alimentos que no hayan sido envasados y aprobados. Estos productos serán decomisados en las barreras sanitarias.
«Cada argentino tiene un importante papel que cumplir en la protección de los animales y los vegetales contra enfermedades y plagas provenientes de otros países», dijo Diana Guillén, gerente general de Senasa. Y añadió: «Cumpliendo con las regulaciones del organismo sanitario nacional cada argentino contribuye a mantener el estatus sanitario alcanzado con mucho esfuerzo y trabajo por la cadena agroalimentaria y colabora en el afianzamiento del crecimiento productivo nacional».
«No importa -explica Guillén- cuán pequeño sea el producto, igual puede representar un riesgo enorme. Por ejemplo, las frutas pueden ser portadoras de insectos capaces de provocar daños irreversibles en la producción vegetal. De igual forma, las plantas o sus partes, las carnes y otros productos de origen animal pueden propagar enfermedades, virus o plagas. Incluso, hay enfermedades de origen animal que pueden afectar la salud de las personas.»
La Argentina es país libre de las cinco enfermedades animales que hoy preocupan al mundo. Es libre de las encefalopatías espongiformes bovinas (mal de la vaca loca), influenza aviar, enfermedad de Newcastle, peste porcina clásica y fiebre aftosa. La cuestión fitosanitaria, por su parte, está controlada. Y el país cuenta con capacidad de gestión y la tecnología para combatir la aparición de plagas.
Las personas que deseen obtener más información pueden visitar la página del Senasa en Internet: www.senasa.gov.ar; o llamar al 0800-999-2386.
