Un cargamento de marihuana que supera las 20 toneladas cayó ayer durante un operativo efectuado por agentes de la Senad, cerca de Itakyry, al noreste de Ciudad del Este, departamento de Alto Paraná, Paraguay. Tres personas fueron detenidas, pero los considerados «peces gordos» del grupo lograron huir.
Los agentes de Senad inspeccionan las prensas cargadas con panes de marihuana, hallados en un campamento precario en Los agentes de Senad inspeccionan las prensas cargadas con panes de marihuana, hallados en un campamento precario en Itakyry, Paraguay
El procedimiento comenzó en la madrugada en III Línea Naranjito, distante a 45 kilómetros de este distrito y 160 kilómetros de Ciudad del Este.
Existen datos encontrados con relación a la cantidad de droga decomisada.
Mientras la Senad informó que supera las 20 toneladas, la Fiscalía afirmó que llega a los 28.000 kilos y que una parte fue destruida en el lugar.
Una dotación de agentes de la Senad, dirigida por los fiscales María Adelaida Vázquez y Manuel Rojas, así como el juez César Níder Centurión, allanó primero las viviendas de Severiano Amarilla Burgos y Miguel Angel Morel, de quienes se sospecha son acopiadores de la «macoña». Sin embargo, no encontraron evidencias acusatorias.
Después pasaron a la casa de Angela Quintana, donde hallaron el primer cargamento de marihuana picada, listo para pasar por la prensa. Junto con la dueña del inmueble cayeron una menor de 15 años y Derlis Cáceres (18), quien custodiaba el lugar armado con una escopeta calibre 12 milímetros y una trampa «cazabobo», capaz de disparar un cartucho. Pero el dueño de la mercadería, Mario Cáceres, escapó.
Un efectivo antidrogas se dispone a quemar parte de la droga y otros elementos encontrados en uno de los campamentos allanados en las cercanías de Itakyry.
En otros dos sectores de la misma propiedad encontraron 5.675 kilos de marihuana picada, distribuidas en 227 bolsas.
TIROTEO Y QUEMA
Los antidrogas cubrieron un radio de tres kilómetros de la zona cateada y se adentraron en un monte distante a mil metros de las viviendas allanadas. Localizaron varios precarios campamentos y corrieron a tiros a un grupo de traficantes que prensaba la marihuana picada.
Encontraron en el sitio los documentos de Guzmán Acosta Silvero y Erico Acosta Silvero, que huyeron tras el tiroteo. El juez Centurión ordenó la quema de todo lo incautado.
