El nuevo enganche de Guaraní Antonio Franco, Eugenio Klein, viene a préstamo de River y por ahora, su prioridad es llegar al Torneo Argentino «A» con «La Franja». Mientras, espera con ansias el partido frente a Crucero del Norte. A días del clásico del fútbol misionero entre Guaraní Antonio Franco y Crucero del Norte, una de las nuevas figuras de «La Franja», Eugenio Klein palpita el partido mientras se «acomoda» a las exigencias del Torneo Argentino «B».
El enganche de 26 años que está a préstamo en el equipo de Villa Sarita ya que, su pase pertenece al Club Atlético River Plate, disfruta de Misiones mientras anhela lograr el ascenso con la camiseta «franjeada». «Tengo seis meses más de contrato con River y el club sólo utilizaría mis servicios en la reserva, entrenando y sin poder jugar en primera. Además, hace un tiempo me operé de la rodilla y estuve un año parado. Cuando volví quería jugar por los puntos por algo. Tuve una posibilidad de volver a Ferro, a Instituto, pero después me llamó César Decamilli, luego de contactar con Edgardo Cáceres -un amigo mío-, y me comentó lo de Guaraní, que se está armando un grupo importante para ascender», comentó el propio Klein luego de del entrenamiento de ayer.
A su vez, el jugador confesó que no es de leer sobre el ascenso argentino, le gusta mucho el fútbol pero no sigue todo el andamiaje del país, por ello no conocía el club posadeño: «Conocía sí a Atlético Candelaria, que llegó a jugar el Argentino «A», además también el arquero Germán Caffa estuvo atajando cuando yo estaba en Ferro. Un arquerazo, somos amigos y cuando chateábamos me decía que estaba en Candé. Luego vine, y la verdad de que esto es toda una experiencia nueva, un desafío, no me arrepiento y estoy muy contento», apuntó.
Por otro lado, el creativo de Guaraní no dejó de lado las bellezas que hay en la tierra colorada, comentó que «tengo novia así que sólo puedo mirar, pero las chicas son muy lindas. Me habían hablado de que en Misiones hay lindas mujeres y no se equivocaron».
Su pasado riverplatense
Pero regresando al tema futbolístico, el estar en River representa un orgullo y una responsabilidad muy grande a la vez. Solamente jugar en la reserva es complicado para cualquier jugador nuevo, que viene de afuera como el marplatense Klein. «En River me costó mucho el cambio. Venía de jugar en la B Metropolitana y pasar a jugar a una competición de Primera A implica muchas diferencias: de ritmo, de precisión, el entrenamiento inclusive es diferente. Me costó mucho adaptarme. Tuve la mala suerte entre comillas, de ir al plantel de reserva y allí es bastante competencia, si te pueden pasar por arriba lo hacen». Y prosiguió, «en los primeros dos meses no me saludaban, no quería jugar más al fútbol le decía a mi viejo. No te pasaban la pelota y te hacen pagar el derecho de piso más que en otro lugar. Pero después aprendí muchísimo de los técnicos y me empezó a ir muy bien. Además, llegué a Núñez cuando estaba Leonardo Astrada de entrenador, es más, Augusto Fernández era suplente mío, pero tuve la mala suerte de lastimarme la rodilla en mi mejor momento. Viví dos años gloriosos pero me quedó el sabor amargo de no poder debutar en Primera».
Asimismo, Klein deberá regresar al «millonario» cuando termine su préstamo que será a mitad de año, pero tanto el fútbol de ascenso como el de Primera no se pueden privar de un talento de estas características.
Falta más juego en equipo
Quizás ahora, a Eugenio le pasa lo que le ocurrió antes en River, cuando a el no lo conocían y llegaba de Ferrocarril Oeste. La gente de Guaraní lo va asimilando y está reconociendo el juego que tiene: «La hinchada de Guaraní se da cuenta cuando alguien sabe jugar y te lo hace sentir. Pero mi idea es ascender y creo que tenemos un equipo para hacerlo. El otro día con Patronato -que es el puntero- hicimos un partido bárbaro y creo que no hay mucha diferencia entre ellos y nosotros. Por eso creo que hay muchas posibilidades de ascender», aseguró.
Pero sin lugar a dudas, el clásico contra Crucero del Norte es una arista que Klein no dejó de lado, dijo que «llegué justo cuando jugamos con ellos de visitante y realmente se vive de manera especial, como todo clásico. Si tenemos suerte ojala lo pueda vivir».
A su vez, el enganche destacó el nivel de los jugadores «franjeados»: «Hay un nivel alto. Pero al menos en Guaraní hay buenas individualidades pero nos falta un buen equipo. El grupo es bárbaro pero carecemos esa fusión de equipo, pero con el tiempo vamos a ir corrigiendo eso».
