CableVisión lanzó una campaña que transmite que las conexiones clandestinas en cualquiera de sus formas (directas a la red de la empresa o pasando el cable al vecino), son un delito y están penadas por ley. Basada en el formato testimonial, la campaña desarrollada por la agencia creativa Kepel y Mata presenta las historias de Mario, Julio y Omar tres presos con condena de robo calificado, que cuentan lo difícil que es estar preso. Revelan el vínculo que tienen con la televisión por cable que es su única forma de entretenimiento y conexión con la vida real.
Los comerciales bajo el slogan «Si robas cable podés terminar mirando la tele con él, robar cable es un delito penado hasta 6 años de prisión. No te arriesgues», se podrán ver en los medios locales; radios, sucursales, cross channel, etc. La clandestinidad del cable no sólo ocasiona perjuicios económicos, inconvenientes técnicos, como el deterioro de la imagen que reciben los clientes (falta de señal, lluvia, interferencias, etc.) y problemas para los servicios de doble vía, como los cablemódems que pueden sufrir una desconexión temporal de acceso a Internet. El índice de clandestinidad alcanza al 16 % de los hogares, lo que equivale a 850.000 clandestinos en todo el país.
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