Busca vestigios del dinero que se llevó la financiera Boston

El fuero civil ordenó embargos preventivos a los principales responsables de la firma. Los demandantes creen que el dinero estaría en cuentas en «paraísos financieros». El dinero de los inversores de la financiera Boston Continental -unos 50 millones de pesos, según las estimaciones más optimistas- no fue trasladado en una valija. Los principales responsables del fiasco financiero, Marcelo Melgarejo y Alejandro Rotella, están hoy prófugos de la justicia y el destino de los millones de pesos que se les reclaman son el primer punto en la investigación. Por ello, y ante el reclamo en el fuero civil, el Juzgado Civil y Comercial 6, a cargo de Selva Spessot, libró las primeras órdenes de embargos preventivos contra bienes muebles e inmuebles de ambos.

Así, y mientras desde el fuero penal correntino reforzarían los pedidos para que los prófugos sean rastreados en Paraguay, la justicia civil indagará sobre las cuentas bancarias de Melgarejo y Rotella, lo que en principio permitirá saber si el dinero requerido esta en cuentas de «fácil acceso» o, como otros creen, «fue depositada en bancos especializados en trasladar esas sumas a paraísos financieros», señaló uno de los abogados querellantes que prefirió el anonimato ante la consulta.

Según explicó esta misma fuente, de no encontrarse importantes sumas «en cuentas personales de bancos locales», crecería la hipótesis de que el destino de los responsables buscados haya sido «Asunción o algún lugar de Paraguay desde donde es mucho más fácil operar con los bancos uruguayos especializados en ocultar dinero en los llamados paraísos financieros sin control».

Siguen detenidos

Por su parte, las personas detenidas en el marco de la investigación: Manuel «Paky» Romero y Aurelio Juan Gómez, continuarían en esa situación al menos hasta que se aclare sus reales vinculaciones con la finalidad fraudulenta del Boston Continental.

Las últimas actuaciones del abogado que representa a ambos intentaron convencer a la jueza a cargo de la investigación, Gabriela Aromí de Sommer, de que sus defendidos eran simples empleados, algo así como «los perejiles» de la millonaria estafa. Para demostrarlo, el letrado habría presentado pruebas de que Romero y Gómez, además de ser clientes, inversores y victimas del Boston, habrían renovado su contrato laboral con la entidad entre el 21 y el 26 de diciembre, hasta dos días antes de que Melgarejo y Rotella desaparecieran del todo, el 28 de diciembre pasado.

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