Los lineamientos de la política de créditos del Banco Mundial para la Argentina no incluyen la energía, amén de que este año reducirá nuevamente en US$ 500 millones su exposición neta con el país. Fuentes del organismo multilateral informaron esta semana que, debido a que no hay ninguna resolución definitiva en los marcos regulatorios de los servicios públicos, ello resulta un impedimento clave para poder apoyar proyectos en esta área crítica para sostener el proceso de crecimiento económico local.
Fuentes del Banco mencionaron que los funcionarios técnicos del BM no dieron respuestas claras al directorio conducido por Paul Wolfowitz sobre el futuro de estos marcos regulatorios, motivo por el cual «no hay chances» para presentar una iniciativa para su votación. Añadieron que «es un riesgo muy alto».
Una de las fuentes, que no quiso hablar de tarifas específicamente, dijo que las empresas privatizadas tienen la necesidad de saber cuál es la rentabilidad de largo plazo con el que van a poder operar.
El diagnóstico técnico del BM dice que hay una caída de la inversión y un aumento de la demanda en el sector energético que podría generar una colisión. A pesar de ello, el Banco Mundial informó que hay «voluntad» oficial para remediar la situación, pero que no van a poder brindar una solución integral a través del programa «energía plus», la importación de gas boliviano y los programas de iniciativa público-privada.
Refiriéndose a la no definición de las tarifas, las cuales se encuentran congeladas desde el 2002, la fuente agregó que «son intentos para frenar esta situación, que ya perdura demasiado tiempo». No dejo de recalcar que de los US$ 3.100 millones que el país iba a recibir en los próximos tres años por el nuevo programa de asistencia al país (CAS) del BM, el 40% corresponde a proyectos de infraestructura y el 40%, a asistencia social, mientras que el 20% restante se reparte entre las provincias y los programas de reforma del Estado. (Empresasnew.com)
