Jesús y Natanael son gemelos de 15 años, viven en una humilde vivienda de la chacra 251 de Posadas, uno perdió la visión de un ojo en la incubadora al nacer, mientras que el otro quedó totalmente ciego. Ellos, junto a su familia, subsisten gracias a una pensión por invalidez ya que, el papá de los menores por un derrame cerebral quedó inválido en 1992. Los hermanos asistían al Instituto Santa Rosa de Lima que depende del Obispado de Posadas y hace tres años, Natanael ya no concurre a la institución religiosa, Jesús, hace dos.
La madre de los chicos María Allica cuenta que le dicen que «faltan papeles, no tenemos especialistas para asistirlos», son algunas de las razones que recibió la mamá de los mellizos rechazados y privados de la enseñanza. Los chicos, relató la mujer, incluso reciben discriminación y burlas cuando van a la Misa por sus humildes vestimentas.
Ahora piensa llevarlos a otra provincia para que continúen y finalicen sus estudios, pese a que no cuenta con los recursos económicos, pero afirmó que hará lo imposible para conseguirlos.
