El Gobierno evalúa los pasos a seguir tras la derrota electoral

Los funcionarios admiten que se hizo una mala lectura de la realidad y que no dimensionó la nacionalización del debate político. Poder ciudadano admitió que las elecciones fueron transparentes.

[su_note note_color=»#cdcdcd»]El Frente Unidos por la Dignidad obtuvo 250.981 votos, lo que representa el 56,6 por ciento y tendrá 20 convencionales. El Frente Renovador obtuvo 192.415 votos con el 43,4 por ciento.[/su_note]


En el Gobierno analizan los motivos de la derrota y encuentran dos ejes principales: la falla en la estrategia comunicacional y no haber sabido leer el cambio de escenario político, ya que, aseguran, la gestión es respaldada por la sociedad, que sin embargo rechazó la propuesta de extender el mandato del gobernador Carlos Rovira. También admiten que no esperaban una derrota tan dura, ya que todos los sondeos previos que manejó el oficialismo, marcaban una alta adhesión a la gestión.
El diputado nacional Miguel Ángel Iturrieta fue uno de los primeros dirigentes de la renovación que sale a analizar los resultados de las elecciones del domingo, y consideró que el frente opositor utilizó muy bien tres palabras que pegaron muy fuerte para convencer a la mayoría del pueblo, y que fueron la «re re indefinida, eternizarse y perpetuidad», mientras «nosotros hacíamos hincapié en que la consulta popular se realiza cada cuatro años».
Para el legislador nacional que estuvo desde los inicios de la conformación del Frente Renovador, en Misiones «no hubo ganadores». «No ganó ni Puerta ni Viana ni Galeano, ni Brignole ni Lozina que manejaron la campaña en contra nuestra, acá ganó un no a la reforma constitucional y significa que Rovira termina su mandato y se renueva la gestión».
Iturrieta consideró que a pesar de la derrota el gobierno provincial «tiene que seguir la inauguración de las obras y el plan estratégico que había trazado el Frente Renovador cuando ganó las elecciones en el 2003».
En cuanto a las elecciones del año próximo, sostuvo que quien suceda a Rovira «debe ser alguien que continúe con las políticas de Estado que inició y este progreso en Misiones».
Para Iturrieta, la imagen de Rovira tras estas elecciones «sigue intacta, y su capacidad para militar y decidir», y asegura que no cree que la renovación se parta, «quien se fue lo hizo por sus ambiciones personales».
«Erramos con los medios, no hablamos y no explicamos. No entendimos el cambio de escenario, la nacionalización y la aparición de un eje nuevo, encarnado en el ex Obispo Joaquín Piña», se sinceró otro funcionario, de los hombres más cercanos a Rovira.
«Fallamos en medirnos con las encuestas y el palmeo en la espalda. Sólo la gestión no alcanzó. No se entendió lo que queríamos con la Constitución. A este gabinete nos mandaron a la casa», admitió pidiendo mantener su nombre en reserva. Sin embargo, aunque no se descartan varios cambios en el gabinete, por ahora no se habla de ningún nombre. Pero varios que estuvieron en el manejo de la campaña y otros que no se involucraron, podrían verse obligados a dar un paso al costado. Desde la oposición, reclamaron justamente que haya cambios urgentes en la primera línea de gobierno.

La sucesión
Otro de los escenarios que por lo bajo se empezó a plantear es el necesario debate interno por la sucesión. Son varios los candidatos que quedan en carrera: el vicegobernador Pablo Tschirsch, el senador Maurice Closs, el presidente de Vialidad Provincial, Orlando Franco; el presidente del Instituto Provincial de Lotería y Casinos, Eduardo Torres, y el propio Miguel Iturrieta.
En el entorno del gobernador, aseguran que hay que empezar de cero. «Pasamos a ser la segunda fuerza política. La gobernabilidad está garantizada, pero debemos recuperar el voto independiente y el voto radical que perdimos en ciudades como Oberá y Eldorado», sintetizó la fuente.
«De las derrotas debemos aprender», dijo Eduardo Torres, uno de los primeros funcionarios en admitir el resultado adverso. Sin embargo, advirtió que «lo que se viene a nivel nacional es peligroso porque acá no se apuntó a ganar o estar en contra de la re-re sino a desestabilizar al gobernador y al Presidente».
Del otro lado, aparecen mejor posicionados el intendente de Posadas, Jorge Brignole, el ex senador Ramón Puerta -que anunció que el año que viene puede pelear la gobernación o buscar espacio en la Nación-, el senador Luis Viana como principales figuras. El intendente de Montecarlo, Ricardo Meili, es uno de los preferidos del ex Obispo Joaquín Piña, quien tras liderar el arco opositor, se retirará a disfrutar de su jubilación.
La Iglesia, uno de los poderes que más puede sentirse ganador de la contienda del domingo, advirtió que seguirán trabajando, aunque no directamente en la política.
El Obispo de Posadas, Juan Martínez, consideró que es necesario seguir trabajando en «una catequesis social y ciudadana», e indicó que esa será la tarea de la Pastoral Social diocesana, a fin de que «los laicos comprendan profundamente que la santidad en su vocación pasa por el compromiso en la transformación de las realidades temporales». «Tanto en la Argentina, como en Misiones el tema de la inclusión social y el de ciudadanía estarán en el centro de la acción evangelizadora de la Iglesia y éste será un aporte a la calidad democrática de nuestras instituciones», concluyó.

Transparencia

Poder Ciudadano dijo que durante las elecciones del domingo, todo se desarrolló con normalidad.
La ONG, que realizó un seguimiento cívico de los comicios, dijo que todo se desarrollaba con «normalidad» y destacó que no se probaron ninguna de las denuncias de fraude.
La directora ejecutiva de Poder Ciudadano, Laura Alonso, declaró a la prensa que «creo que las elecciones se dieron en un marco de normalidad», cuando se le preguntó acerca de irregularidades.
En el mismo sentido, se destacó el trabajo del Tribunal Electoral, que, pese a haber sido cuestionado por la oposición, se manejó con solvencia y brindó datos con celeridad.

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