El caso Nozzi está listo para ser elevado a juicio

La jueza de instrucción de Corrientes, Laura Varela podría solicitar en los próximos días, la elevación a juicio de la causa en la que se investiga la muerte del empresario televisivo Claudio Javier Nozzi, cuyo cuerpo
apareció flotando en las aguas del río Paraná, el 10 de marzo del
año pasado. Hasta el momento hay dos personas detenidas cuya vinculación con la causa ha sido probada por la jueza: Raúl Luis Menocchio, socio de Nozzi que además es requerido por la justicia paraguaya sospechado de ser el autor de un doble homicidio en la ciudad de Asunción; y Luis Alberto Ramírez, camarero del yate que Nozzi había adquirido poco tiempo antes de su muerte.

El cuerpo de Nozzi, de 46 a[os, vinculado a canales de televisión argentinos y del exterior y productor cinematográfico, fue encontrado completamente desnudo, encadenado y esposado con las manos en la espalda y unido a un ancla de la denominada «tridente» que se utiliza habitualmente para asegurar las redes de pesca al fondo del río, con una pesada cadena.

Presentaba cinco balazos realizados con una pistola calibre 22. Dos impactos en el pecho, uno en la espalda, otro en la pierna y un quinto en la frente, que se supone fue el «remate», aunque los peritos habrían determinado que cuando recibió este balazo, ya estaba muerto.

Los pesquisas suponen que tras ultimarlo, le colocaron el «ancla» para que «hiciese fondo» y allí fuese presa de los peces, sobre todo de uno en particular, conocido como manguruyú, de enormes proporciones, que se caracteriza por consumir la carroñ del río, a punto tal que los pescadores le llaman «limpiafondo» o «comecarro[a».

Esta suposición de los investigadores estuvo muy cerca de concretarse, porque el cadáver presentaba signos evidentes de haber sido mordido por peces, ya que tenía un brazo y una pierna prácticamente deshechas, no tenía los genitales y también le faltaban pedazos del rostro.

La muerte de Nozzi habría ocurrido, según las pericias, entre el sábado 5 y el domingo 6 de este mes, y fue precisamente el día 5 cuando el empresario fue visto por última vez por sus allegados, cuando se retiraba del Hotel de Turismo de la ciudad de Corrientes, donde se encontraba alojado junto a Menocchio.
De acuerdo a lo investigado, Nozzi había llegado a Corrientes junto a su «secretario privado» y amigo personal, Hugo Jara, con la idea de traer desde Mar del Plata a dos empresarios espa[oles, que habrían de invertir en una película que Nozzi estaba diseñando filmar en los escenarios naturales correntinos.

A tales efectos hizo viajar desde Buenos Aires al yate Trasulang II, que había adquirido recientemente en una suma cercana a los 300 mil dólares, al mando del capitán Vicente Astorga para que lo trasladase hasta la zona de Rzepecki, al norte de la localidad correntina de Itatí, donde quedaría anclado a la espera de la llegada de los espa[oles.

El domingo 6 de marzo, cuando la embarcación pasó frente al puerto de Corrientes, Nozzi y Jara abordaron el barco brevemente para «brindar» por el primer viaje y por el negocio que estaban a punto de concretar y luego ese mismo día Nozzi dejó el hotel con la intención de viajar a Posadas, para cruzar desde allí a Encarnación, Paraguay. Fue la última vez que se lo vio con vida.
Posteriormente se comprobó que Jara era en realidad Raúl Menocchio, un individuo que era buscado en Asunción, Paraguay, por haber asesinado a un socio suyo, un empresario argentino y a su novia paraguaya, a los que había colocado en sendos tambores con cemento y los había enterrado en las afueras de la capital del vecino país.

También las investigaciones determinaron que Nozzi y Menocchio estaban detrás de una operación de lavado de dinero que les reportaría un beneficio del orden de los 10 millones de dólares.
Las investigaciones policiales habrían establecido que Nozzi fue asesinado en su propio yate entre el 6 y el 7 de marzo, presumiblemente por Menocchio en complicidad con el detenido Ramírez y su hermano Néstor, que se encuentra prófugo.
Posteriormente trasladaron su cuerpo en un bote hacia una zona cercana de bancos de arena, dónde se le colocó el ancla y se lo arrojó al río con la intención de que su cuerpo desapareciese.

Menocchio negó siempre ser el autor del homicidio, pero las pruebas acumuladas por la jueza Varela lo se[alan como el principal responsable, dado que se comprobó que fue él quién compró las cadenas y el ancla con las que se «fondeó» a Nozzi y diferentes pruebas químicas realizadas en el yate determinaron la existencia de restos de sangre que luego fueron lavados con una hidrolavadora adquirida en la ciudad de Posadas, al día siguiente en que se habría registrado el asesinato.

Fuentes tribunalicias aseguraron hoy a Télam que en los próximos días la jueza Varela podría determinar la elevación a juicio del caso y se estima que el debate oral y público podría llegar a concretarse a más tardar en el mes de septiembre próximo. ( Corrientes, 4 de mayo -Télam).

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