San Ignacio y una noche que vivirá en el recuerdo del país

Frente a más de 12 mil personas, Lito Vitale y su quinteto, Sandra Mihanovich, Patricia Sosa, artistas locales y Maximiliano Guerra engalanaron la noche del jueves santo en San Ignacio.

El escenario en la plaza de armas con artistas máximos. Patricia Sosa lo describió bien “una noche difícil de olvidar”.

El escenario en la plaza de armas con artistas máximos. Patricia Sosa lo describió bien “una noche difícil de olvidar”.

Pasadas las 20.30 del jueves santo y a la luz intensa de la luna llena que acompañó toda la velada, se dio inicio al espectáculo mayor que presentó Misiones esta Semana Santa.
En una combinación perfecta del pasado y el presente, la plaza de armas de las Reducciones Jesuíticas de San Ignacio se convirtió sin dudas en el escenario más impresionante y conmovedor de los últimos tiempos.
Lito Vitale y su quinteto, Sandra Mihanovich, Patricia Sosa y Maximiliano Guerra engalanaron la velada con sus presentaciones, acompañaron el espectáculo el coro universitario de Misiones con 45 integrantes bajo la dirección de Emilio Rocholl, las cantantes locales Patricia Silvero y Pamela Ayala. Y además la orquesta de la región integrada AR- Pa volvió a reunir en una misma formación a músicos de la Argentina, provenientes de Chaco, Corrientes, Formosa y Misiones. La misma orquesta también contó con músicos de Paraguay.
El espectáculo estuvo divido en tres capítulos y cada uno de ellos tuvo su toque especial que lo hizo único e imperdible.

Primera parte


El espectáculo se inició con un repertorio de Mozart que fue dirigido por Norberto García, actual director de la Orquesta Sinfónica de Misiones y primer violinista de la Orquesta Sinfónica Nacional. Luego entró en escena el coro universitario de la UNaM con repertorio sacro, dirigido por el profesor Emilo Rocholl.

Segunda parte


Posteriormente llegaron los artistas invitados: Lito Vitale y su quinteto, Patricia Sosa y Sandra Mihanovich, quienes interpretaron «Mujeres Argentinas» homenajeando de esta manera a las féminas reconocidas de la historia de nuestro país, tomando como fuente al historiador Félix Luna para la letra de los temas. Las canciones interpretadas fueron Juana de Azurduy, Alfonsina y el mar, Rosario Vera, Dorotea, la cautiva y las cartas de Guadalupe.
Las locales Ayala y Silvero cantaron Costera y Posadeña linda respectivamente. Luego y fuera del repertorio de «Mujeres Argentinas», la cantante Sandra Mihanovich interpretó su clásico «María» y Patricia Sosa deslumbró al público presente, que la ovacionó de pie cuando intepretó «Aprender a volar».
Para cerrar este capítulo, las cuatro cantantes unieron sus voces con un emotivo «Ave María» y fueron acompañadas por la Orquesta Sinfónica y el coro universitario de Misiones.

La danza se hizo esperar


Tras una demora producida por la excesiva humedad del medio, el reconocido bailarín Maximiliano Guerra se hizo esperar alrededor de media hora para empezar con la tercera parte del espectáculo.
Los organizadores tomaron carta en el asunto y trataron de poner el escenario en condiciones para que Guerra se presente, ya que atribuían que la humedad del escenario podía provocar serios incidentes en la actuación.
Pero la espera valió la pena, ya que transcurrido este tiempo, el bailarín desplegó toda su energía y esplendor en el tablado de las Misiones Jesuíticas.
La primera bailarina nacional, Luisina Rodríguez y el ballet provincial con 19 integrantes, dirigido por Laura De Aira acompañó a Guerra en el espectáculo.
Con elegancia, pasos perfectos y sin dudar un minuto de cada movimiento, el bailarín Maximiliano Guerra dejó muy en claro por qué es uno de los bailarines argentinos reconocidos a nivel mundial.

Patricia Sosa


La cantante más ovacionada por el público dialogó con Misiones OnLine y dijo que «estar cantando canciones en esta tierra es muy emocionante, uno tiene que agradecer y reflexionar para el espíritu».
Sosa agregó que «estar acá me provoca únicamente pedir perdón porque se escucha el lamento de una raza, permanentemente cuando caminas estos suelos y recorros estos muros escucho eso».
Además dijo que «solo quiero pedir perdón y agradezco a Dios la posibilidad que me dió de cantar que es lo que mejor sé hacer porque no sé hacer otra cosa (risas)». Y finalizó diciendo que «creo que esta es una noche difícil de olvidar, acá sentís la historia encima tuyo, hay una energía especial, te cae una lagrima en el alma cuando pensás en todo lo que pasó acá, estar en este lugar físico de la historia es muy especial, y poder tocar esto con las manos me produce mucha emoción».

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