Empresarios aseguran que para poder aumentar los sueldos también hay que aumentar las tarifas. Dirigentes sindicales de la actividad se reunirán esta mañana para definir qué medida tomarán ante la negativa empresaria a otorgar en aumentos salariales. Anticipan que irían al paro.
[su_note note_color=»#cdcdcd»]Los sindicalistas aseguran que buscarán llevar el paro hasta después de Semana Santa[/su_note]Aunque la decisión final se tomará esta mañana, tanto los representantes de los sindicatos de choferes de ómnibus de Misiones como los empresarios del transporte, reconocieron ayer que se encuentran en posturas irreconciliables en referencia al reclamo salarial de los trabajadores y daban por descontada la realización de un paro en los servicios de media distancia de la provincia a menos que surgiera una acción mediadora por parte del Estado provincial. Los sindicalistas aclararon que el paro se concretaría luego de la Semana Santa «para no afectar tanto a la gente».
Horacio Alvez, delegado en Misiones de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), aclaró que otorgaron a los empresarios del transporte interurbano un plazo para negociar el aumento salarial del 17% que elevaría el mínimo de bolsillo de los choferes hasta los 2070 pesos. Según el gremialista, dicho plazo vence mañana y la parte empresaria todavía no dio ningún tipo de respuestas.
Por su parte desde la Cámara Misionera del Transporte Automotor de Pasajeros (Cametap) aseguraron que la actualidad del sector en Misiones es de «seria crisis» lo que impediría a las empresas otorgar cualquier tipo de incremento salarial a sus empleados.
Los dirigentes de la cámara que nuclea a la mayoría de las compañías que prestan servicio interurbano aseguran que sus empresas se encuentran trabajando con márgenes de ganancia muy reducidos y aclararon que para poder asumir el mayor costo que significaría un incremento salarial, sería necesario también autorizar un aumento de tarifas para no agudizar aún más la crisis que atraviesa el sector.
Diferencias regionales
Los desencuentros entre empresarios y los sindicatos comenzaron a evidenciarse ni bien surgieron los reclamos salariales para los choferes a nivel nacional, durante los primeros días de febrero. Ya entonces el delegado de la UTA en Misiones, adelantaba que pretenderían para los choferes de la provincia el mismo aumento que consiguieran sus pares en las negociaciones que por esos días comenzaban en Buenos Aires; mientras que los empresarios destacaban que la realidad del sector imposibilitaba a las empresas otorgar nuevos aumentos salariales.
El caso es que para fines de marzo, luego de varias semanas de negociación y con amenazas de paro de por medio, los choferes de la ciudad de Buenos Aires y del Conurbano consiguieron un aumento de 16% en sus salarios y los empresarios de esa zona fueron compensados con un aumento en los subsidios que reciben, lo que permitió que el incremento salarial no repercuta en las tarifas ni afecte la rentabilidad empresaria.
La noticia del aumento logrado por los choferes porteños fue recibido por los sindicalistas misioneros como una «luz verde» para levantar la temperatura del reclamo en Misiones. «No podemos tolerar que un chofer de nuestra provincia gane, por el mismo trabajo, menos que uno de Buenos Aires», razonó Alvez, quien reconoció además que al empresariado «no le falta razón en muchos de sus planteos, ya que así como las firmas de Buenos Aires consiguieron mayores subsidios para afrontar la suba salarial, es lógico que los propietarios de las compañías Misioneras pretendan también una compensación para mejorar los sueldos de sus choferes».
Empresas destacan la crisis del sector y piden mayores tarifas
