Ayer en la sesión del Consejo Deliberante se resolvió volver a enviar a comisión el proyecto del concejal radical Osvaldo Navarro por considerar que no se contemplan alternativas para los fumadores
El proyecto que pretende regular el consumo, comercialización y publicidad del tabaco en todo el ámbito de la ciudad de Posadas, que debía ser aprobado ayer en la sesión ordinaria del Concejo Deliberante, fue reenviado a comisión porque los ediles no quedaron conformes con algunos artículos sobre sanciones y posibles actos de discriminación para con los ciudadanos fumadores. El autor del proyecto, el concejal Osvaldo Navarro argumentó que se realizarán las mejoras que sean necesarias para crear una norma que pueda ser aplicada en el municipio y que no colisione con los derechos individuales. Por otro lado ingresó para su posterior análisis la propuesta de aumentar las tasas a los comercios que venden bebidas alcohólicas en la ciudad.
Navarro argumentó que hay normas de la OMS a las que adhirió el Ministerio de Salud de la Nación, se modificaron y adaptaron a la ciudad de Posadas. El proyecto que salió de comisión establece que no podrá fumarse en oficinas públicas ni lugares públicos cerrados como restaurantes, ni en vehículos de transporte públicos.
Explicó que más que un proyecto de prohibición «es de protección al no fumador y es de concientización y protección al que sí está fumando y se cree un ámbito de discusión al saber que fumar produce gran cantidad de lesiones a las personas».
Por su parte José Zárate consideró que la medida atenta contra la decisión de los fumadores y no resuelve el tema de fondo que es la falta de educación sobre una adicción que se cobra miles de vidas. «Prohibir que se fume en bares y boliches me parece que no es la solución porque no permitimos que los menores de 18 años compren cigarrillos pero si que a partir de los 16 años ingresen a los locales bailables. Me temo que tampoco se puede negar el consumo de tabaco a una persona que alquila un sitio para una fiesta porque nos estaríamos involucrando con cuestiones que hacen a la vida privada de los ciudadanos», dijo.
Cármen Godoy y Ana María Irrazábal coincidieron también en que el proyecto debe seguir siendo analizado para evitar futuros inconvnientes de tipo legales.
Amenazado
En la sesión de ayer un lamentable episodio fue el que protagonizó el concejal justicialista, Guido Barreyro. Minutos antes de que empiece la tarea legislativa denunció públicamente que había recibido un mensaje en su celular, en el que le amenazaron de muerte si continúa investigando al boliche Metrópolis. Por la característica del número se supo que el mensaje provenía de alguna localidad correntina dado según el código de área.
La tensión que generó la intimidación fue notoria dado que por estos días se analizan las ordenanzas vigentes en torno a los locales bailables y nuevas medidas que tiendan a evitar sucesos lamentables como lo ocurrido con el jóven Iván Mercol el sábado 19 de marzo a la salida de Power.
