El ejecutivo analizó el mercado laboral argentino y argumentó que la creación de los Institutos Tecnológicos apuntan a satisfacer una de las exigencias: «personal altamente especializada».
Leandro N. Alem. El coordinador del «Programa de Reforma de la Educación Terciaria No Universitaria» (PRESTNU), desde donde se impulsa la implementación de los Institutos Tecnológicos (ITEC), Gustavo Sánchez, aseguró que el mercado laboral argentino está exigiendo contar cada vez más con técnicos capacitados con diferentes niveles de especialización.
«La sociedad necesita de mandos medios, de técnicos capacitados que suplan uno de los requerimientos del mercado laboral», sostuvo el ejecutivo de paso por Leandro N. Alem, donde visitó el Instituto Tecnológico Alem, con rango académico de nivel terciario.
La cartera de proyectos del PRESTNU que lleva adelante la Nación se puso en marcha el año pasado y engloba a las 17 instituciones distribuidas en todo el país: hay 3 en Misiones; 2 en Santa Fe; 1 en Chaco; 3 en Córdoba; 1 en Mendoza; 1 en Chubut y 5 en Buenos Aires.
Sánchez resaltó que el objetivo principal de los ITECs es justamente formar «técnicos capacitados con diferentes niveles de especialización, ya sea con capacitación, con formación profesional o con la implementación de las tecnicaturas», y agregó que para estos casos todos los institutos vinculados al programa reciben financiamiento para el desarrollo de sus propuestas.
El también Director Ejecutivo del Fondo Nacional de Innovación Tecnológica (FONIT), sostuvo que el proyecto tecnológico es de «suma importancia por el momento particular que vive el país; porque estas instituciones pretenden tener una oferta de formación terciaria orientada hacia el mundo del trabajo, es decir, hacia las necesidades de mano de obra de la zona en que están insertos».
«Funcionan con una gran participación de empresas y representantes del Estado a través del municipio o gobiernos provinciales. Por medio de un estudio de demanda, que se realiza al inicio de la implementación del proyecto define qué tipos de carreras se pondrán en marcha en función de las necesidades o las posibilidades de desarrollo que puede tener una región», explicó.
Respuesta a la demanda
Sánchez subrayó que la oferta terciaria se complementa con dos aspectos importantes referidos con «una oferta no formal vinculada y la posibilidad de ofrecer módulos sueltos de tecnicatura».
Se trata de cursos de capacitación que se arman especialmente ya sea porque se detecta una necesidad o alguna empresa o el municipio lo solicita para su ámbito particular. «Como ejemplo algunos gremios han pedido en algunos de nuestros institutos que se desarrollen especializaciones para mozos y para personal de hotelería. También empresas como Siderar que ha pedido que le armaran un programa para la terminalidad de la escuela secundaria con una orientación tecnológica para todos los empleados que tiene la firma sin terminar sus estudios».
La posibilidad de los institutos de ofrecer diferentes tipos de capacitación, no solo vinculados con la oferta terciaria, sino realizar distintos aspectos de formación es la segunda pata importante.
Y la tercera está referida a la posibilidad de brindar servicios justamente a las empresas servicios. En ese sentido, el coordinador del PRESTNU aclaró que «los institutos tienen por definición como parte del programa una cantidad de equipamiento tecnológico importante en la materia en que están especializados, sobre todo aquellos vinculados con mantenimiento industrial».
«Es decir que continuó dando ejemplo- se pueden ofrecer control de calidad de productos que elaboran las empresas. Hay institutos que están certificando la calidad de los productos que se exportan de pequeños productores».
Inserción en la región
El desarrollo de los ITECs tiene que ver con una fuerte inserción en el medio en el que trabaja, «una vinculación constante con las empresas a las que provee de mano de obra; pretendemos que no solo se pueda obtener recursos de las empresas en términos monetarios, sino la posibilidad de obtener una constante retroalimentación».
«Nuestro propósito es conocer qué es lo que está pasando, qué es lo que está necesitando el mundo del trabajo para que desde el sector educativo se pueda ir amoldando para producirlo o desarrollarlo. Nos interesa mucho que los alumnos obtengan trabajo, y en el proceso de su formación puedan tener pasantías y experiencias prácticas en las empresas», refirió Sánchez.
Agregó que «un ITEC debe tener una gran flexibilidad y vinculación permanente con el medio en el que están, son las características más importantes que pretendemos de los institutos para adaptarse al lugar en el que se está desarrollando».
Para Sánchez «tradicionalmente en la Argentina se ha visto a la educación terciaria como una oferta de segunda categoría, a lo que aspiraran aquellos que no pudieron aspirar a mas, aquellos que no pudieron llegar a la universidad, o que fracasaron en el nivel universitario. Pero nosotros creemos que la educación terciaria y la oferta de los institutos tecnológicos es de calidad, real y una opción más, no el descarte, sino una real opción que plantea la formación para el futuro», sostuvo y puntualizó que una de las ventajas está basado en la implementación de las pasantías laborales.
Formación profesional
Una de las ventajas para el educando es «la salida laboral, y por otro lado «una formación práctica», con la posibilidad de realizar «pasantias en empresas de la zona y que no ocurra que se encuentran con la realidad de lo que va a ser el trabajo que van a llevar adelante una vez que egresan cuando ya terminaron».
Por último, Sánchez recordó que el ITEC de Alem fue el primero en terminar de desarrollar sus propuestas, «fue el pionero en todo el país», mientras que «el de Iguazú tuvo algunos retrasos pero finalmente logramos arrancar con la construcción de su edificio»..
Pionero. El ITEC de Alem es uno de las impulsores en la región en la implementación de las tecnicaturas terciarias.
