Evolucionan favorablemente los cinco niños de la aldea Fortín Mbororé – próxima a Puerto Iguazú- que fueron internados en el hospital Samic de Eldorado tres semanas atrás en forma alternada.
Desde el servicio de pediatría del nosocomio señalaron que «en este momento están estables, fuera de riesgo pero deben seguir con un plan de recuperación nutricional».
Según informaron ayer un niño fue dado de alta y en el trancurso del día de hoy otro también egresará porque se recuperó del cuadro de infección con el que había ingresado.
De ahora en más resta asistir a las madres, enseñarles cómo alimentar a sus niños para que permanezcan estables.
Los pequeños tienen entre 1 y 3 años y habían ingresado con destrución de tercer grado, es decir, el escalón más grave de este flagelo que además se cobró dos víctimas -de la misma aldea- en menos de un par de semanas.
La problemática
Según cifras oficiales proporcionadas por el director del Hospital Marta Schwarz de Puerto Iguazú, Carlos Velásquez, en Fortín Mbororé de un total de 115 niños, 64 están desnutridos (es decir un 55.5 %). Esa cifra se desglosa así: 40 pequeños son desnutridos agudos (34.7 %) y 24, son desnutridos crónicos (20.8 %).
La problemática no se reduce a lo que sucede en Fortín Mbororé. Un informe del Programa de Salud Aborigen dependiente del Ministerio de Salud de Misiones advirtió que el 57 % de los niños aborígenes de Misiones padecen graves problemas de alimentación.
Además, de las 75 comunidades aborígenes, el 40 % no está documentado, el 60 % es analfabeto y de los casos mal alimentados, el 43 % padece desnutrición crónica.
