A pesar de que se ha hablado mucho acerca de los niños admitidos en las Escuelas Especiales y aquellos que podrían estar «incluidos» (con las adaptaciones pertinentes para cada caso) en escuelas comunes, es corriente escuchar a docentes y padres especular a cerca del «destino» educativo más «justo» para tal o cual niño.
Por otro lado cabe la pregunta : las escuelas comunes ¿ para quiénes? Las
adaptaciones curriculares transitorias y permanentes ¿son temas que se debaten en los PEI ( Proyecto Educativo Institucional )? Lo cierto es que son muchos los niños traídos a consulta por padres que no saben bien dónde pueden «encajar» mejor sus hijos, padres angustiados que oscilan entre los polos de «lo patológico y lo sano» ,»lo deficiente y lo normal» ya que en escuelas comunes no quieren recibir a su hijo, por ejemplo, por haber repetido 2 veces 1er año EGB1 y las escuelas especiales «no lo toman porque no es deficiente». Es como se juega con el SER del Sujeto Directivos de escuelas que tienen criterios de admisión poco claros, que hacen diferencia con los niños diferentes, esos mismos que se encuentran
atrincherados esperando a que algún profesional dé un diagnóstico acabado a cerca de sí, que termine por condenarlo a una condición o a otra y que por fin lo destine a alguna escuela.
¿Qué ocurre con los objetivos educativos?, ¿qué enseñan las escuelas? O como una vez me preguntó un paciente de 4 años: «¿qué voy a aprender en la escuela?». Lo cierto es que tampoco toda escuela es para cualquier alumno, como lo había publicado en otra oportunidad. Lo que importa es pensar en la mejor posibilidad para el niño.
