Continúa la clausura de la planta celulósica de la ex PCP

Los directivos de la empresa volverán a reunirse mañana con autoridades de la Provincia y
presentarán el borrador de un contrato para la construcción de la planta de tratamiento de efluentes Con un resultado poco alentador para los directivos de Celulosa Campana, concluyó ayer la primera reunión entre la empresa que opera la planta de pasta celulósica de Piray (ex PCP) y funcionarios del área de Ecología de la Provincia. La fábrica seguirá clausurada y desde el Gobierno se mantienen firmes en la postura de impedir la puesta en marcha de la planta hasta que no se vean avances concretos en la construcción de la planta, de tratamiento de efluentes.

Los empresarios pretendían reunirse con el ministro Luis Jacobo y encontrar un cámino rápido para poder volver a levantar las persianas de su fábrica. Lo que obtuvieron, en cambio, fue una reunión con el subsecretario del área, Walter Cattaneo -el ministro estaba en la ciudad pero no los atendió- y el compromiso de una nueva reunión a realizarse mañana, cuando los directivos de la firma Celulosa Campana SA y de su subsidiaria, Benfide SA, mostrarán a los funcionarios el borrador de un contrato que suscribirían con un tercero para la construcción de la tan postergada planta de tratamiento para los residuos químicos que la fábrica de pasta celulósica derrama hace unos 50 años sobre el arroyo Bonito, afluente del Paraná.

Desde el ministerio de Ecología informaron que esperan que en el documento que presente el viernes las empresas se detallen los plazos para la confección y ejecución del proyecto de planta de tratamiento. Además recordaron que la empresa también debe presentar la documentación para la habilitación industrial y la factibilidad de inicio de las obras.

Desde la cartera que dirige Luis Jacobo también se ocuparon de aclarar, que dados los reiterados incumplimientos en los que incurrieron todas las empresas que alguna vez operaron la planta, esta vez no se dará lugar a acuerdos de «buenas intenciones», sino que la clausura será levantada solamente cuando la empresa pueda demostrar de modo fehaciente que está avanzando en el cumplimiento de los requisitos que se le exigen.

La pesada herencia
Desde la empresa Benfide, justificaron sus incumplimientos en el acuerdo firmado con el Gobierno -que los comprometía a haber comenzado las obras de la planta de tratamiento de efluentes ya en noviembre pasado- echando culpas sobre la firma que los precedió en la administración de la fábrica. «Esto empezó hace 5 años cuando PCP (Pastas Celulósicas Piray) operaba la planta, esa empresa no hizo absolutamente nada en todo este tiempo y ahora de golpe y porrazo, tras solamente cuatro meses al frente de la fábrica nos clausuran por incumplimientos. El cierre anterior que le hicieron a PCP fue mucho más light, porque se permitía que los empleados hicieran mantenimiento pero ahora ni eso nos permiten», indicó Daniel Ramirez, gerente de Benfide.

Por su parte, Mario Escurra, titular del sindicato de papeleros, respaldó la decisión del gobierno y expresó que «el incumplimiento fue total, se siguen tirando alegremente los residuos al Paraná como si no fuera delito.

Incumplimientos
La clausura determinada el lunes es la segunda que sufre la planta de Piray, ya que en junio del año pasado el Ministerio a cargo de Luis Jacobo había ordenado el cese de actividades de la fábrica por los residuos químicos que vuelca sobre el arroyo Bonito.
Para levantar esa primera clausura, la empresa Celulosa Campana se había comprometido el 22 de junio pasado a cumplir con un cronograma de obra, que según las autoridades provinciales no había sido cumplido, lo que motivó la nueva clausura.
Para levantar esta medida, los empresarios deberán cumplir con los plazos previstos en el acuerdo.

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