Seis años de vida del teatro comunitario en Misiones

El grupo conocido como la Murga de la Estación festejará su sexto aniversario actuando en Oberá. Ya son 60 los «vecinos» que lo integran, que tienen entre 2 y 70 años. Presentan su tercera obra teatral.

Parque Japonés. La obra implicó una intensa investigación sobre los lugares bailables de Posadas de los años ´40 y ´50.

Parque Japonés. La obra implicó una intensa investigación sobre los lugares bailables de Posadas de los años ´40 y ´50.

La Murga de la Estación cumplirá mañana seis años de labor cultural en Posadas. Festejarán su universario actuando en Oberá, en el marco del II Encuentro de Teatro Comunitario que se realizará en el Parque de las Naciones y en el que actuarán más de 250 artistas.
La Murga se formó por iniciativa de los integrantes del grupo titiriteros Kossa Nostra y con la base del grupo de teatro Catalinas Sur del barrio La Boca de Buenos Aires. Son los pioneros en la provincia en dedicarse al teatro al aire libre.
Liliana Daviña es la directora artística actual de la»Murga de la Estación», e integró la primera formación de «vecinos», con la que se presentó la obra «Misiones tierra prometida». La pieza fue interpretada por más de cien personas de todas las edades.
«Buscamos recuperar el espíritu de la fiesta de la gente en los espacios públicos», indicó; razón por la cual permanentemente participan en festividades populares que reúne a innumerable público en cada convocatoria, como la fiesta de San Juan, por ejemplo.
En la actualidad, la Murga está integrada por 60 personas, que tienen entre 2 y 70 años, entre las que se encuentran familias enteras. «Hay incluso familias que se han formado por integrar la Murga», contó Daviña.


Inicios

En un comienzo, formar la Murga era concretar un proyecto específico para realizar esa obra en particular. Una vez alcanzado el objetivo, había que resolver la continuidad o disolución del equipo. «Decidimos que el grupo podría autosolventarse y empezamos a producir cosas nuevas. El público nos pide constantemente que repongamos ‘Misiones tierra prometida’, pero el grupo cíclicamente debe renovarse, por ello se comenzó a trabajar otras cuestiones. El desafío luego de la primera obra era mucho mayor, aún así la exigencia», recordó Daviña
La Murga como proyecto cultural instala tres objetivos; el primero se refiere a la inclusión de la mayor cantidad de gente, con o sin experiencias artísticas, que se convierta en alguien que hace teatro si tiene ganas. El segundo es de multiplicación, porque desde Posadas se ayudó a la conformación de grupos en Oberá y en Puerto Rico, además de colaborar con cuestiones técnicas con otros grupos. Y el tercer objetivo es el apoyo de los espacios teatrales en las fiestas, sostener que el teatro también es parte de las fiestas.
«Se trata de un espacio alternativo en circuitos de multiplicación de la experiencia», aseguró.


El público

Para los integrantes del grupo artístico se trata de un espacio de oportunidad de encuentro con otros miembros de la comunidad. «Como amateurs del teatro misionero lo que hacemos es donar nuestro tiempo libre. El teatro se moviliza en cuanto al valor del tiempo y el público también lo hace, dispone de un tiempo libre en su día para venir a vernos», explicó Daviña. El hecho de que gran cantidad de gente asista a verlos habitualmente y se diviertan con las obras es una gran respuesta. «Esto es lo que da sentido a nuestra tarea, el teatro requiere de la respuesta del público, sea cual sea, para poder existir», advirtió.
Otra cuestión característica es el acuerdo alcanzado con el público en general, que asegura la permanencia de la Murga, aunque -sostuvo la directora- «en nuestro público hay gente que vio teatro por primera vez con nosotros».
Si bien destacó que hubo un cambio de actitud en el público posadeño respecto a piezas teatrales desde hace unos años, «nosotros nunca reunimos menos de 400 personas», indicó. También dijo que la gente que gusta de las actividades culturales no tiene tradición teatral comparado con otras provincias.


Financiación

La Murga de la Estación recibe una ayuda del Instituto Nacional del Teatro para mantenimiento, no así para funcionamiento, porque el local que comparten con el grupo Kossa Nostra; el galpón de la Estación donde ensayan, fue cedido por la Municipalidad y por los Ferroaficionados. La segunda fuente de financiamiento son las donaciones y las publicidades en los distintos programas. Y el tercer aporte importante es la «gorra» que se pasa en cada función, «con la gorra pudimos reponer herramientas que nos robaron, entre otras cosas, hasta que llega la plata del Instituto. Y así vamos emparchando día a día», señaló.


El «vecino»

«No nos consideramos artistas, somos vecinos. El artista tiene connotaciones como de vivir del arte, de estar horas y horas ensayando, y nosotros no hacemos eso. Cada uno tiene su trabajo y tenemos un compromiso en nuestros tiempos libres», explicó Daviña.
El «vecino» es una persona sencilla que despliega sus cualidades artísticas por iniciativa personal.

Memoria

La Murga se encuentra trabajando en su tercera obra, «Gran Baile…parque Japonés», pieza que requirió un importante trabajo de investigación de la Posadas de los ‘40 y ‘50 y sus pistas de baile en el popular, por ese entonces, Parque Japonés.
«La idea de esta obra surgió cuando comenzamos a indagar para ‘Misiones tierra prometida’ y la guardamos para un proyecto futuro. Y ahora, mientras esperábamos la llegada de un subsidio para la realización de la obra ‘El candonmurga de la patria grande’, -que retomará la cuestión histórica entre Andrés Guacurarí y Artigas- retomamos la idea y logramos autofinanciarla. La espera se transformó en una pieza teatral que obtiene reconocimiento en cada presentación», relató la directora.
Asimismo, Daviña dijo que personas que vivieron esa época -los 40 y 50- aseguraron que la obra rescata el clima que había en las pistas de baile, tanto en los cortejos, como en cuestiones políticas y sociales.

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