El grupo de teatro Kossa Nostra aporta a la cultura misionera. Con nuevas
actividades, inició su trabajo este año y renovará por completo su show.
arcelo Reynoso integra el grupo independiente de teatro de muñecos de Posadas «Kossa Nostra», junto a Federico «el Basko» Ugalde y Tuni Bóveda. Con una mirada distinta de la realidad traída de su viaje por Venezuela, el grupo inició sus actividades este año. Se presentarán hoy y mañana en la Costanera.
Kossa Nostra nació en 1993, luego de la disolución de «La papa del octavo», su predecesor. Hacían, en sus comienzos, teatro de títeres. Pero un grupo teatral brasileño pasó por la provincia y se sintieron plenamente identificados con el espectáculo que interpretaban aquellos, a tal punto que el equipo misionero comenzó a realizar ese tipo de sketch.
En doce años de trayectoria de trabajo, Reynoso advierte un crecimiento notable en todos los campos. «Lo que intentó Kossa Nostra como grupo siempre fue investigar no solamente lo que tiene que ver con el espectáculo de títeres, sino como organizadores de eventos, como formadores de nuevos titiriteros y nuevas técnicas educativas».
El crecimiento fue grande en lo artístico y en lo plástico. «Tuvimos un comienzo rudimentario, hubo investigación, la que jugó un papel muy importante», destacó Reynoso.
En cuanto a la elaboración de los personajes, los sketches y la música siempre fue de modo conjunto, con Tuni y el Basko (el que ingresó al grupo hace cinco años). «Yo siempre era el que construía, y ahora el Basko también lo hace, los demás aportamos musicalmente, en lo plástico o en mecanismos. Casi siempre surge una idea y la trabajamos entre los tres», indicó el artista.
Actualmente, Kossa Nostra trabaja muy fuerte en la conclusión de un espectáculo nuevo, en la que incluirán un guión de un dramaturgo nacional, cosa que no tiene precedentes en su rutina.
Representaciones
«Ramón Ayala es el embajador misionero en el mundo que nosotros queremos mucho, y quisimos homenajear a este personaje tan particular», recordó. El rostro lo elaboró Reynoso, la música la eligió Tuni y la vestimenta estuvo a cargo del Basko. Y la puesta fue trabajada entre todos. Según Reynoso, el músico vio su representación y le resultó simpático «tener su doble trabajando por otros caminos», sonrió.
Tanto el muñeco de Ayala, como el de Charly García y otros personajes populares surgen con el objetivo de que puedan ser llevados a otros lugares y la gente los conozca.
El grupo viajó a Venezuela, donde pudo percibir otra realidad socioeconómica y artística. Allí el artista realizó un estudio, becado por el Instituto Nacional del Teatro, de Eduardo Maura, un titiritero que formó un Instituto Latinoamericano del Títere. Éste propone lo que debería hacer el Estado como proyecto cultural, y su proyecto es aceptado. Reynoso participó allí de un Fetival Internacional invitado por Maura.
