Juzgan a tres gendarmes por apremios ilegales y robo

Los uniformados prestaban servicios en el Escuadron 10 de Eldorado. El hecho ocurrió en julio de 2002 cuando los gendarmes investigaban un caso de venta de drogas. A la víctima le robaron una moto. Tres gendarmes que prestaban servicios en el Escuadrón X «Eldorado» y dos muchachos son juzgados en Posadas por un caso de apremios ilegales, privación ilegítima de la libertad y robo.

En el banquillo de los acusados se sentaron los gendarmes Alejandro Abel Cantero, Axel César Lawrynoicz y Enrique Pereira. Los otros dos imputados son Aníbal Fabián Pimentel y Matías Marcos Toledo.

El debate oral y público comenzó el martes, pero rápidamente pasó a un cuarto intermedio porque la víctima y los principales testigos no fueron hallados en sus domicilios. Las citaciones fueron diligenciadas por la propia Gendarmería, trascendió.

El caso que comenzó a ventilarse en la sede tribunalicia federal ocurrió en la noche del 2 de julio de 2002 en la localidad de 9 de Julio.

En esa oportunidad, los tres gendarmes junto con Pimentel y Toledo llegaron a 9 de Julio con la intención de contactar a Juan Caraballo, ya que sospechaban que éste estaba vinculado a una banda dedicada a la venta de drogas.

Los gendarmes, que integraban el grupo de inteligencia, le dieron a Pimentel un arma de fuego y esposas para que colaborara en la detención de Caraballo, a quien conocía del pueblo.

Según la investigación realizada por la Justicia, cuando la víctima salió de la casa de su cuñada, fue esposado y colocado en el baúl del Peugeot 504 que los gendarmes tenían en depósito judicial.

El grupo también se apoderó de una motocicleta Mondial, propiedad del joven detenido ilegalmente.

Caraballo sostuvo que fue Pimentel quien lo encañonó a la salida de su casa y le colocó la pistola dentro de la boca.

Los gendarmes le preguntaron en varias oportunidades dónde escondía la droga y lo habrían golpeado con un palo.

De acuerdo con su relato, Pimentel efectuó tres disparos con la pistola calibre 9 milímetros y luego le apoyó el caño para dejarle una marca.
Según el relato de Pimentel y Toledo, los gendarmes los habian reclutado para encontrar a Caraballo, a quien apodaban «Paraguay».

La situación más comprometida parece la de los gendarmes, que están acusados de «robo calificado, privación ilegítima de la libertad calificada y apremios ilegales.

Lesiones


Los médicos que revisaron a la víctima señalaron en su informe que presentaba «hematomas múltiples en todo el cuerpo, predominio de tórax, hematoma en pómulo izquierdo, sangre en oido derecho y hematoma en pabellón auricular, excoriaciones y hematomas circulares en ambas muñecas, refiere pérdida de conocimiento. En dedo anular de la mano izquierda se constata tres ampollas con sangre en su interior (quemaduras), región posterior del brazo derecho lesión por quemadura, redondeada, de ocho milímetros de diámetro, la mayoría de las lesiones, hematomas con excoriaciones lineales son de predominio en la espalda».

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