Aranda pidió ampliar su declaración para desvincularse del crimen de Fraire

Volvió al despacho de Eduardo D’Orsaneo el viernes por la tarde. Dijo que el día del homicidio estaba en Posadas, pero que no participó en el hecho [su_note note_color=»#cdcdcd»]El juez resolvería su situación cuando se conozcan los resultados del ADN[/su_note]Horas después de que lo recapturaran en la localidad de Ituzaingó, Corrientes, Daniel Gustavo Aranda (29), el hombre detenido por su presunta vinculación con el asesinato de Pablo Antonio Fraire (28), volvió a ser indagado por el juez de la causa, Eduardo D’Orsaneo. Como ocurrió en la tarde del martes último, negó su relación con el homicidio y reiteró que era inocente.
Fuentes del caso confiaron que fue el hombre quien pidió declarar nuevamente. Esta vez, redoblaron las medidas de seguridad para llevarlo al despacho del magistrado y luego para trasladarlo a la celda de la Dirección Investigaciones de la Policía, donde está alojado desde que volvió a la provincia de Misiones.
Aranda, sindicado como uno de los supuestos autores materiales del crimen, reiteró ante el juez que el día del hecho de sangre (el 25 de noviembre del 2002) estaba en Posadas, pero no en el barrio donde se produjo el homicidio (Alta Gracia, Francia casi Tomás Guido).
Habría añadido que, como casi todos los posadeños, se enteró de la muerte de Fraire por la prensa y por conocidos que le comentaron el trágico episodio.
Las fuentes indicaron que el sospechoso fue incriminado por testigos, algunos de los cuales ya habían declarado en el marco de la pesquisa y otros hace corto tiempo.
Ahora, D’Orsaneo analizará los dichos del acusado y resolverá su situación procesal. Pero recién lo haría cuando estén listos los resultados del estudio de ADN en el que se cotejará la sangre que le extrajeron a Aranda y la que había en la ropa de la víctima.
Además del recapturado, está en prisión por el caso Fraire Ramón «Poli» Castells, a quien también le sacaron una muestra para el examen genético.
No trascendió si en su indagatoria Aranda habló de su fuga. Seguramente lo habrá hecho, pero de todos modos quien investiga los pormenores del escape es el juez de Instrucción en turno, José Luis Rey. Este magistrado deberá establecer si la fuga del detenido se dio por negligencia de los hombres del Servicio Penitenciario Provincial que lo trasladaban o si hubo connivencia de éstos con el sospechoso.

La fuga


Aranda, conocido por los alias de «El Porteño» o «Axel», se escapó el martes alrededor de las 17 del móvil del SPP en el que lo llevaban al penal de Encausados de Villa Lanús. Levantó una malla metálica y rompió un ventilete del celular y se arrojó del vehículo en movimiento, sobre la ruta 12, cerca de la Rotonda de acceso a Posadas. Ninguno de los custodios oyó nada. Recién se enteraron kilómetros más adelante.
El evadido fue a buscar ayuda a la casa de una familiar en el barrio Villa Dolores. Desde allí lo llevaron en auto hasta el asentamiento Las Tacuaritas, donde tomó un remís hasta Ituzaingó. Para evitar el control que la Gendarmería tiene en El Arco (límite con Corrientes), se bajó e hizo un trecho a pie, sorteando a los uniformados mediante un rodeo por la zona de campos.
Entre la medianoche del miércoles y la madrugada del jueves, una comisión de la Dirección Investigaciones, encabezada por el juez D’Orsaneo, detuvo al prófugo en una pensión de la vecina localidad correntina, distante 90 kilómetros de la capital misionera.

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