Dictaron una norma que regula la navegación en la laguna Iberá

La misma exige un registro de las embarcaciones que circulan por el espejo de agua. Establece la potencia de los motores que se utilizan, los lugares habilitados para el avistaje de fauna. Quedan prohibidos jet-sky, moto de agua, sky acuático y actividades similares debido al impacto que producen sobre el medio.

Los esteros del Iberá son una de las reservas de agua dulce más grande del mundo y una fuente de ingreso para el turismo de Corrientes.

Los esteros del Iberá son una de las reservas de agua dulce más grande del mundo y una fuente de ingreso para el turismo de Corrientes.

[su_note note_color=»#cdcdcd»]Se quiere lograr una reducción del impacto ambiental sobre el ecosistema protegiendo la riqueza natural de la fauna y flora.[/su_note]Los esteros del Iberá son una de las reservas de agua dulce más grande del mundo y una fuente de ingreso para el turismo de Corrientes. Alrededor de esta maravilla natural se encuentran varios lugares dedicados a la explotación de los recursos que brinda y entre ellos están las recorridas en lanchas y canoas para hacer avistajes de la flora y fauna que convive en perfecta armonía en el ecosistema.

Con el correr de los años se ha incrementado el caudal de visitas y con ello la cantidad de empresarios que se han instalado a la vera de la laguna con fines comerciales. Es por ello que el Gobierno provincial, a través del Ministerio de la Producción, dictó una resolución con fecha 29 de diciembre en donde establece la regulación de la navegación en los Esteros del Iberá. Con ello, se quiere lograr una reducción del impacto ambiental sobre el ecosistema protegiendo la riqueza natural de la fauna y flora.

La norma se ha establecido tras diversas reuniones entre funcionarios municipales, provinciales, organizaciones no gubernamentales y poblaciones involucradas que se juntaron para definir las actividades deseables y no deseables en el lugar.

Según esta legislación, se crea el registro de guías locales de avistajes y de embarcaciones para excursiones en la laguna Iberá, también establece las áreas destinadas a observar la naturaleza y se prohíbe totalmente la práctica jet-sky, moto de agua, sky acuático y actividades similares debido al impacto que producen sobre el medio

Opiniones

Miguel Reynal director del Proyecto de Conservación del Iberá y autor de la resolución comentó que la misma «es sumamente importante porque permite una regulación de la navegación y un control de las lanchas y los motores.

Esto permitirá bajar la polución que, si bien no es mucha, existe en la laguna del Iberá y proteger el avistaje de la fauna tan variada que abunda en ese ecosistema. Esta constituye la principal fuente de ingreso por parte del turismo».

Al igual que en todo el mundo, «este es un fenómeno se viene dando con mucha fuerza, el de la conservación de los ambientes naturales a través de leyes estrictas que sancionan a los que las transgreden.

El Iberá «es un ecosistema muy delicado debido a que es una de las pocas fuentes de agua dulce de gran tamaño que existen en el planeta. Dado su basta extensión, es explotado en seis o siete lugares diferentes alimentando lo turístico y la economía provincial. Al ser tantas las «bocas» de ingreso, era necesario controlarlas porque el crecimiento año a año de la masa turística empezaba a generar muchos inconvenientes a nivel ecológico».

«La norma recae sobre los vehículos de agua y se los controla en cuanto al tamaño, la frecuencia de uso y navegación, el uso de salvavidas, entre otras cosas», amplió.

Por su parte, Mario Rujana, administrador general del Instituto Correntino del Agua y del Ambiente, sostuvo que la sanción de la norma «es muy favorable con respecto a regulación del tema turístico».

Ampliando Rujana afirmó que «la norma tendrá dos sentidos: por un lado regulará la cantidad de embarcaciones que navegan por los esteros con lo que se reducirá el impacto ambiental en la reserva. Por el otro, los interesados tendrán que registrarse para recibir autorización de navegación, con lo que se podrá controlar el trabajo de los operadores turístico, conociendo las necesidades y potenciales de la actividad».

«Cualquier normativa que sea en beneficio de la protección de la naturaleza es bienvenido. En ese sentido desde el ICAA tenemos una gran lucha con las cabañas que utilizan la zona de la laguna como propias y causas un gran daño con los canales que trazan».

Respecto a ese tema comentó que aún no hay nada en materia legislativa y que se esperan los informes ambientales de las cabañas. «Algunas pidieron prórrogas y por ello se está demorando».

Además, indicó que al existir una regulación, la misma experimentará «un desarrollo sustentable y notorio» gracias a la participación de activa de los distintos actores relacionados con el sector turístico del Iberá.

Destacó también la importancia de continuar con los proyectos encarados en torno al desarrollo estratégico del ecosistema, porque constituye uno de los lugares «mas deseados turísticamente».

¿Qué dice el texto de la Resolución 980?

Firmada el 29 de diciembre del año pasado por el Ministerio de la Producción, Trabajo y Turismo, la Resolución establece entre sus «considerandos» que «resulta necesario contar con un marco legal que permita proteger la riqueza natural de la fauna y la flora del ecosistema de la laguna del Iberá.

Por ello se ha dispuesto que la norma implemente el registro de guías locales de avistajes y de embarcaciones para excursiones en la laguna Iberá y los canales denominados «Arroyo Corriente» y «Arroyo Miriñay».
Se establece un cupo de 14 lanchas autorizadas para transporte de pasajeros de los prestadores inscriptos y los permisos se otorgarán por períodos anuales.

También especifica que las embarcaciones a motor utilizadas en la laguna no podrán superar los 40 HP, deberán estar en buen estado de conservación y mantenimiento, matriculados, provistos de salvavidas para cada pasajero y contar con todo el equipamiento y documentación que exija la Prefectura Naval Argentina.

El avistaje se podrá realizar a motor, siempre a marcha regulada, en todo el área, excepto en el canal «Arroyo Corriente». La fauna se podrá ver respetando siempre una distancia mínima de dos metros entre el animal y el punto más cercano de la embarcación.

La práctica de remo, canotaje, kayak, navegación a vela, buceo con y sin tanques y otras actividades acuáticas se permitirán únicamente en el espejo de agua, quedando prohibida en las áreas de avistaje. Uno de los grandes beneficios para el ecosistema consiste en prohibir la práctica jet-sky, moto de agua, sky acuático y actividades similares debido al impacto que producen sobre el medio.

La norma establece la prohibición de arrojar cualquier objeto o residuo, ingresar con animales domésticos, hacer fuego y realizar cualquier actividad de la que pueda resultar un daño al ecosistema.

Finalmente, el control estará ejercido por la Subdirección de Parques y Reservas quien tendrá el poder de policía a través de su personal (guardafaunas y guardaparques) quienes vigilarán el estricto cumplimiento de la normativa, estando autorizados para solicitar la exhibición de la documentación pertinente, encontrándose facultados para solicitar el retiro del área en caso de no cumplimentar los requisitos necesarios.

Un problema que se viene

En estos tiempos en que la tecnología y los adelantos son bienvenidos, un caso totalmente opuesto ocurre en Colonia Carlos Pellegrini. Allí se planea pavimentar 40 kilómetros de la ruta 40 que pasa por este paraje y de esta forma perdería una gran parte del ecosistema natural.

«Esto perjudicaría al turismo en forma directa. Si se agiliza este camino de acceso, los turistas vendrán, pasearán, mirarán la fauna y se irán», decía preocupado Miguel Reynal, quien forma parte la fundación ECOS. Por esa ruta circulan actualmente mayoría de vehículos pequeños destinados al transporte de familias y personas particulares. Con la pavimentación de tal trayecto, se ayudaría a que se amplíe el tránsito a los vehículos de gran porte, lo que influiría de manera negativa a la localidad.

«Somos un atractivo turístico que se caracteriza por lo natural, con este pavimento nos perjudicaría de sobremanera», comentó Isabel Brouchoud, intendente de Colonia Carlos Pellegrini.

«En la comunidad no estamos en contra de mejorar esa vía de comunicación, sólo pedimos que no coloquen pavimento, sino que hagan un camino de ripio que tenga mantenimiento en forma continua».
A pedido de los empresarios de la zona, se le solicitó al Gobierno provincial esta obra para mejorar y agilizar el traslado de la mercadería. Esto ya fue aprobado y en poco tiempo más se pondrá en ejecución.

«Nos veríamos perjudicados con un turismo masivo para el cual no estamos preparados. El caudal de turistas aumentaría en forma gigantesca y no daríamos abasto para tal cantidad de personas», reflexionó Brouchoud. La intendente refleja el pensamiento de todo el pueblo que, contrario a la opinión de los altos mandatarios tienden a conservar lo natural y no pensar en la modernización de los caminos. «Somos uno de los ecosistemas más naturales que existen en la Provincia y con esta acción perderíamos mucho».

Finalmente, Reynal informó que desde la fundación ECOS se encuentran haciendo los trámites para incorporar a los esteros del Iberá como patrimonio natural de la humanidad. Galardón que es otorgado por la UNESCO y que con la pavimentación se perdería.(Diario Época – Corrientes)

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