Según Rojas: «Todos tuvimos que asumir que había corrupción en la Justicia»

La primera meta que se puso el presidente del Superior Tribunal de Justicia, Jorge Rojas, fue la de mejorar la herrumbrada imagen del Poder Judicial. Un año después del inicio de su gestión el ministro cree que la situación se está revirtiendo. [su_note note_color=»#cdcdcd»]"Yo creo que la política siempre trata de colarse por todos lados, pero en la Justicia no se puede mezclar", destacó.[/su_note]»Yo creí que iba a ser un año tranquilo y me encontré con un tembladeral. Sin dudas fue un año complicado». Así calificó el presidente del Superior Tribunal de Justicia, Jorge Rojas, su primer año de gestión frente al alto cuerpo.El ministro debió manejar el Poder Judicial de Misiones en medio de un clima de incertidumbre que se generó por los diferentes conflictos de poderes y las derivaciones de la causa, conocida como la megaestafa a las cuentas bajo custodia judicial.Uno de los principales escollos que tuvo que sortear Rojas fue el de la pésima imagen con la que había quedado el Poder Judicial después de la destitución de la ex jueza del Civil y Comercial N° 1, Graciela Salvado de Sotelo, y el pedido de jury a tres magistrados más por diferentes causas. «La imagen de la justicia venía deteriorada a raíz de diferentes motivos como el de la megaestafa que nos estalló en la cara», reconoció el ministro después de hacer un análisis del año que esta a punto de espirar.»Cuando la megaestafa estalla todos tuvimos que asumir que había corrupción en la Justicia. Y por supuesto tratamos de encausar la cuestión y separar a la gente que ocasionó ese tipo de cosas, y seguiremos en la misma tarea que la justicia sea verdaderamente justicia», subrayó.Los sumarios administrativos contra diferentes integrantes de la justicia fue otro de los síntomas de que algo no estaba funcionando bien. Según Rojas, «sumarios administrativos siempre hay, pero este año hubo muchos más. Hubo contra empleados, jueces, y algunos lamentablemente tuvieron que ser separados porque no cumplían con las tareas que le corresponden dentro del Poder Judicial».Fue el ministro Augusto Márquez Palacios, quien en la última etapa frente a la presidencia del STJ dijo que en la justicia se había instalado una «corruptela» que había que «eliminar». Rojas no descartó la situación que había planteado el ex presidente de la Corte. «Puede ser consecuencia de una corruptela, como se había mencionado antes, es posible que sea así».La primera meta que se puso el ministro al asumir como presidente de la Corte, fue la de mejorar la herrumbrada imagen del Poder Judicial. Un año después del inicio de su gestión, Rojas cree haber cumplido el objetivo que se planteó. A pesar de ello, la credibilidad de la Justicia ante la opinión pública sigue siendo motivo de profunda preocupación entre los magistrados.»Con muy buena voluntad de todos los que componemos el Poder Judicial, estamos tratando de revertir y componer una nueva imagen, principalmente para que la gente pueda seguir creyendo en la Justicia. Creo que cumplí con esa meta, aunque reconozco que es un trabajo diario», explicó.negrita/Una relación de poderes/negritaOtro de los motivos por los que la imagen y la credibilidad de la Justicia se han visto afectadas, fue por las sospechas de vinculaciones entre magistrados y el poder político, lo que resulta contrario al sistema de separación de poderes y al requisito nodal de independencia judicial.Rojas es conciente que a pesar del distanciamiento que intentó tomar la Justicia en los distintos conflictos de poderes, existió una suerte de desgaste con el solo hecho de llevar las cuestiones políticas al ámbito judicial.El ministro había señalado en su momento que «hubo un intento de penetración de la política dentro de la justicia». Pero ahora puso una especie de freno a lo que había dicho. «Si es cierto, yo dije eso pero no fueron bien interpretadas mis palabras», esgrimió en esta oportunidad.»Yo creo que la política siempre trata de colarse por todos lados, pero en la Justicia no se puede mezclar. Si bien toda actividad que hace un juez cuando por ejemplo declara la inconstitucionalidad de una ley es de alguna manera política, porque reflexionando sobre el pensamiento, yo creo que ese rol político no fue bien entendido desde algunos sectores», expuso como si estuviese al frente de una cátedra de derecho.Para terminar de fundamentar su postura, agregó que «el Superior Tribunal también tiene algunas atribuciones políticas, sobre todo cuando declara en los conflictos de poderes acerca de quién tiene razón, o fija los límites en materia de interpretación de las leyes y de la Constitución. Y lo más difícil de todo es interpretar la Constitución, y lo que se debe saber entender es que el Superior Tribunal de Justicia trata de encausar cada uno de los poderes del Estado».»El Poder Judicial de Misiones sigue siendo independiente, y muchos jueces y funcionarios son independientes. La gente, el ciudadano, no debe tener dudas y debe seguir creyendo en la Justicia, y cuando hay un acto de corrupción debe denunciarlo», finalizó.

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