Ahora bajan impuestos para alentar inversiones

Machinea anunció la reducción del impuesto a los intereses. Y prometió una rápida devolución del IVA y más ventajas para las empresas. Venderá la AFJP del Nación y más bienes del Estado. José Luis Machinea anunció ayer ante casi 600 hombres de negocios una serie de medidas que buscan restablecer la confianza entre los inversores para que se animen a poner más dinero en la Argentina. El paquete apuntó sobre todo a temas fiscales, y, según el Ministro, deberían abaratar entre tres y cuatro puntos el costo de invertir en el país. En el paquete de doce medidas sobresalió la reducción del impuesto a los intereses de los préstamos, la aceleración de la devolución del IVA y el permiso para que las compañías usen el impuesto a la Renta Presunta para descargarlo del Impuesto a las Ganancias. Según Economía, esta serie de apoyos a las empresas debería contribuir a elevar la tasa de rentabilidad de quienes hacen inversiones directas en el país. El paquete, cuyos contenidos fueron anticipados por Clarín, aparece justo cuando el propio Gobierno quiere dar por terminada la crisis que se desató con la renuncia del ex vicepresidente Carlos Alvarez y tuvo un corte, el viernes, con el alejamiento de su cargo del ex secretario de la SIDE, Fernando de Santibañes. La conclusión de ese episodio y la ratificación del apoyo que Fernando de la Rúa le dio ayer a su ministro le permitieron a Machinea afirmar que «se ha despejado toda sombra sobre la unidad del Gobierno y de la Alianza». Precisamente, las dudas sobre la continuidad de la coalición de gobierno habían comenzado a ganar el ánimo de los inversores financieros, y fue uno de los factores que hicieron caer a los bonos argentinos en los últimos días. Al mediodía de ayer, el auditorio del Banco Nación desbordaba de gente. Las 400 butacas estaban ocupadas y había cerca de 200 personas que esperaban de pie el discuso del ministro, que arrancó a las 12.30. Banqueros, empresarios y funcionarios no ocultaban la expectativa que había logrado crear Economía. Fue la convocatoria más numerosa que logró Machinea en sus diez meses al frente del Palacio de Hacienda. En la primera fila se ubicó el equipo económico en pleno. Y en la butaca central sobresalía el corpulento Chrystian Colombo, jefe de Gabinete. Machinea presentó las medidas como la continuación lógica del plan económico puesto en marcha el 10 de diciembre de 1999. Afirmó que, sin tener controlada la situación fiscal, no se puede pensar en crecer. «Después de 10 meses de trabajo, tenemos los pilares básicos que nos permitirán implementar nuevas políticas que son fundamentales para crecer. Hemos logrado poner en caja el decontrol fiscal. Y el Congreso ha convertido en ley dos herramientas fundamentales: la ley antievasión y la Ley de Emergencia Económica». La especificidad de las medidas de corte fiscal que iba desgranando Machinea no hicieron decaer la atención del auditorio. Por caso, quienes no habían conseguido una copia del discurso se esmeraban en tomar nota de las palabras del ministro. Así, se lo pudo ver al consultor Miguel Angel Broda escribir, apoyado en la baranda de un entrepiso del auditorio, anotaciones sobre unas hojas dobladas al medio. Tanto Broda, como el titular de IRSA, Eduardo Elsztain, o el presidente del BankBoston, Manuel Sacerdote, tuvieron que escuchar a Machinea de pie, subidos al entrepiso, por no encontrar lugar entre las butacas de las primeras filas. Los primeros gestos de aprobación que se advirtieron en el auditorio llegaron cuando Machinea expresó: «Ahora comenzamos a reducir los impuestos para incentivar la producción». Entre las medidas presentadas sólo una apunta directamente al bolsillo de la gente. Es una negociación con un conjunto de bancos que apunta a darles sostén a los créditos hipotecarios con un seguro para los deudores que pierdan el empleo. El compromiso de los bancos es refinanciar las deudas que por esa causa no pueda pagar el cliente. El Estado pagará hasta 6 cuotas desde el despido del deudor. Con todo, Machinea buscó tranquilizar a quien pudiera pensar que las rebajas fiscales pondrían en peligro los logros que en esa materia se atribuyó el ministro. Se indicó, por ejemplo, que la reducción del impuesto a los intereses significará dejar de cobrar unos 355 millones de pesos. Por eso, en forma inmediata, el ministro dijo que el estímulo a las inversiones se financiará, al menos en el primer año y medio, con la venta de algunos activos estratégicos y con mayores ingresos que recibirá el Tesoro por la extensión de determinadas concesiones de gas y petróleo. El principal anuncio en ese sentido fue la puesta en venta del 50% de las AFJP y las compañías de seguro del Banco Nación. En suma, Machinea calculó que el paquete le costará unos $ 700 millones. De eso, 300 millones espera recaudarlos por la venta de las empresas del Nación. El resto, por la prórroga de la concesión del yacimiento Loma de La Lata. Y también espera ingresos por la venta de tierras ferroviarias, especialmente por las de Retiro. Machinea terminó reclamando a los empresarios que «se vuelquen a la inversión y a la producción». Los aplausos sostenidos le hicieron pensar que, quizás, había logrado restablecer un poco la confianza. Enseguida lo esperó una reunión con una quincena de economistas donde explicó más en detalle el sentido de las medidas. Y más tarde recibió incluso el apoyo de Domingo Caballo. Por Gustavo Bazzan, Clarín Digital.

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