La incorporación de alternativas en el proceso de elaboración le permitió al establecimiento familiar Yerbatera.com, ubicado en la localidad de Dos de Mayo, exportar a Chile, España, Rusia y Reino Unido.

La búsqueda de eficiencia y rentabilidad por medio de la innovación no está reservada solamente a las grandes empresas; por el contario, puede ser una herramienta muy útil para que las medianas y pequeñas encuentren su nicho de mercado.

Este es el caso de la firma Yerbatera.com, un emprendimiento familiar ubicado en la localidad de Dos de Mayo, que desde el año 1983 se dedica al secado y la elaboración de yerba mate. La incorporación tecnología y un cuidadoso tratamiento de la materia prima le permitió a sus dueños trascender el mercado local y llegar a otros destinos. “Hace cinco años comenzamos a exportar a Chile, con yerba ‘picado 6’, que es para infusiones. En un momento le regalé al importador un pack de nuestra yerba envasada que se llama ‘As de Bastos’ y aparentemente un día se quedó sin yerba, la probó y le gustó. En 2016 exportamos 600 toneladas a Chile y estábamos como segundo exportador. En 2017, tuvimos algunos inconvenientes y bajamos a 400 toneladas”, relató José Luis Lorenzo, quien lidera la empresa. Los embarques se complementan con despachos de yerba mate para infusión a España, Rusia y Reino Unido. En este último destino colocó recientemente dos toneladas.

“Contener al productor”

La entrada al  establecimiento está ubicada frente al Parque Municipal de Dos de Mayo. En época de cosecha, entre abril y septiembre, es constante el arribo de vehículos que llevan su hoja verde al secadero. El 80% de los colonos son productores que no superan las 10 hectáreas de cultivo. Lorenzo trabaja con ellos y tiene una estrategia muy particular al momento de proveerse de materia prima. “No vas a ver camiones muy grandes o cargas muy grandes, por lo general son camionetas o pequeños acoplados. Prefiero que la hoja venga en buenas condiciones, aireada y más fresca”, explicó. Este trato directo con los agricultores se complementa con la asistencia de un ingeniero agrónomo en las chacras e, incluso, de un contador de la empresa que da una mano a los colonos con los números. “Contenemos al productor en la chacra”, subrayó, marcando la premisa.

El secadero procesa entre 4,5 y 5 millones de kilos de hoja verde al año. Podría ser el doble, pero Lorenzo prefiere no generar sobreoferta. Además, producir el doble de canchada implicaría asumir mayores por el uso de luz eléctrica. “Trabajamos solamente de día”, comentó.

Yerba compuesta, bien misionera

 

A la oferta que ya tiene, la empresa se propone sumar una más en los próximos meses. Se trata de una yerba mate compuesta, pero con la novedad de utilizar materia prima misionera. Para el desarrollo de este nuevo producto selló un acuerdo con el INTA, que brindará el apoyo técnico para el cultivo de las hierbas. “Es un proyecto de dos años. Compraremos al INTA los plantines de burrito, cedrón, menta. Pondremos la infraestructura y el personal para sacar una yerba mate saborizada con nuestra marca”, relató entusiasmado.

Sobre el cierre de la charla que mantuvo con Radio Libertad, este emprendedor recordó que también incorporó el sapecado con agua caliente. No procesa toda la hoja verde con este sistema, pero si una partida para clientes que prefieren el blend que se obtiene con este método. “Consiste en hacer pasar la hoja por agua hervida unos 30 segundos, sale ya sapecada. Usamos chips para calentar el agua;  con unos 200 kilos de chips procesamos alrededor de 3.000 kilos de hoja verde, lo que es un dato importante en reducción de costos”, detalló. En este aspecto también se destaca la innovación, ya que fue uno de los primeros secaderos en utilizar los chips de madera (se obtienen de los desechos de la forestoindustria) como combustible,  en reemplazo de la leña. “Siempre estamos probando y buscando nuevas alternativas para ser eficientes y mejorar nuestro producto”, concluyó.