Interminables horas de espera padecieron varias personas que decidieron viajar al vecino país a pasar el 1 de enero. Cruzar el puente y disfrutar una agradable cena de comienzo año, termino siendo una pesadilla para aquellos que tuvieron que estar hasta las primeras hora de la madrugada esperando regresar a sus hogares. Bocinazos, gritos y quejas se escuchaban a los lejos en reclamo de la demora.
Según personas que se encontraban allí, los autos se movían cada 20 o 30 minutos a paso de hombre. La espera sobre el puente era de entre 3 a cuatros horas, todavía se desconoce el motivo por el cual los autos no avanzaban, pero afirman que cuando las quejas y los bocinazos se hicieron oír, los automóviles comenzaron a moverse con mayor rapidez.