“Mamá, no puedo abrir los ojos”: tenía 8 años, lo operaron de las amígdalas y murió

A solo cuatro días de una operación de amígdalas, el nene falleció. Su familia acusó a los médicos de mala praxis. Ayer se inició la segunda Junta Médica en Tucumán, para determinar las causas, todavía no pudieron determinar si fue mala praxis.

La junta de médicos especialistas que debía analizar el caso del niño Matías Juárez aún no pudo concluir si el pequeño murió por una mala praxis. Los galenos estuvieron reunidos durante tres horas antes de levantar el encuentro, que concluirá el jueves.

Todavía la familia de Matías Suárez no entiende cómo sucedió. El niño debía someterse a una intervención que se suponía sencilla, pero que se complicó de manera insólita. Todo terminó con el inexplicable fallecimiento del nene de 8 años.

El hecho sucedió en octubre de 2016 cuando el estudiante de tercer grado se presentó en una clínica de Tucumán para realizarse una extracción de las amígdalas. Un año después, recién se iniciará la segunda Junta Médica para determinar si hubo un acto de mala praxis por parte del cirujano responsable.

“Él entró riéndose a la cirugía. Me decía que lo esperara con helado. Era todo para nosotros”, recordó su madre, María Luna. Si bien se trataba de una intervención programada que no presentaba mayores riegos, la familia tenía algo de incertidumbre, sin embargo, jamás se hubiera imaginado el triste desenlace.

Apenas salió del quirófano, su mamá se dio cuenta que algo no andaba bien. “Matías salió mal de la operación. Me decía ‘¡Mamá, no puedo abrir los ojos!’ y me apretaba fuerte la mano”, relató la madre con lágrimas con los ojos.

El pequeño pasó directamente a terapia intensiva. Preocupada, la madre solicitó que se le realicen nuevos estudios, pero los médicos del Sanatorio San Lucas, que le dijeron que no hacía falta.

A las pocas horas, Matías empezó a sufrir hemorragias en su boca y su nariz. El resultado fue desolador. “Le detectaron que tenía un infarto en la mitad del cerebro, producto de un coágulo que no se sabía de dónde había salido”, detalló la mamá.

Cuatro días después de la operación, Matías falleció. A raíz del caso, se realizó una primera Junta Médica, en la que se estableció que todos los procedimientos de la operación se habían realizado correctamente y que el nene sufrió el infarto cerebral a causa de su supuesta condición de obeso.

La familia, por supuesto, no estuvo de acuerdo con esa conclusión. Consideran que el niño no era obeso y que la operación no era de urgencia, por lo que si los médicos hubieran detectado algo, deberían haberlo previsto. Lo cierto es que la defensa de la familia solicitó a la fiscalía la nulidad de la pericia o al menos su ampliación.

Aunque saben que nada de lo que hagan les devolverá a Matías, la familia quiere llegar hasta las últimas consecuencias. Así, exigen que la cause llegue a una instancia de debate oral y público. Necesitan dar vuelta la dolorosa página con justicia para con los responsables de lo sucedido.

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