La mujer sufriría transtornos pquiátricos debido al síndrome post parto.
Una mujer fue detenida por el homicidio de su beba. La ahogó y luego intentó tirarse de un sexto piso. Según informaron los investigadores, se trata de una nutricionista de La Plata. Se llama Florencia Butti, tiene 35 años y sufriría de trastornos psiquiátricos.
No está confirmado aún si el crimen fue realizado en el baño de su casa o en la cocina. El terrible episodio se registró jueves por la tarde en un edificio de la calle 14 entre 57 y 58, en La Plata. Según precisaron las autoridades, la nutricionista convivía allí con su pareja, Juan Garganta, familiar del fiscal Álvaro Garganta, y empleado de una obra social.
Al momento del crimen, Butti sufrió un ataque de nervios. Su tía, quién estaba en otra habitación, escuchó los gritos y llamó al 911 de inmediato.
A los pocos minutos llegó un emergentólogo y la Butti dijo que su hija se había ahogado con leche, ante las primeras maniobras de resucitación cardiopulmonar, que no pudieron salvarla. Pero las primeras pesquisas dejaron en jaque la versión de la mujer: «La beba despidió gran cantidad de agua por la boca».
La beba estaba recostada en un cambiador sobre la mesa del comedor, con la ropa puesta, pero «toda mojada». En principio, la causal del deceso, que deberá ser corroborada por los forenses, sería la de “asfixia por inmersión”. La mujer quedó detenida.
Butti, la nutricionista, estaba ida. En un momento se acercó al balcón de su departamento. Se asomó y intentó arrojarse, pero su tía la contuvo para que no terminara con su vida.
Luego encontraron una pequeña nota, de poco más de un renglón, en la que, en otras palabras pedía disculpas por lo ocurrido. Debido a estos elementos y sucesos, la principal hipótesis que se evalúa es que la nutricionista se encuentra atravesando una situación emocional post parto, que le haya impedido comprender la criminalidad de su acto o que podría atenuar sus consecuencias jurídicas.
LA DETENCIÓN Y LO QUE LE ESPERA
La fiscal a cargo del caso, Betina Lacki, sostuvo que la investigación podría derivar en un pedido formal de detención, bajo cargos por «homicidio calificado por el vínculo», o una resolución de inimputabilidad, que deterinaría su alojamiento en un centro especializado para tratar su patología.
La noticia trascendió entre los allegados de la pareja y rápidamente los familiares y amigos se acercaron al edificio. En sus caras se leía el horror, combinado con un dolor profundo. Todos abrazaban a Juan Garganta y no había palabras de consuelo.
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