Secuestro del comerciante chino: según las pericias, el soldado fue quien negoció el rescate con el padre de Wu

Las pericias telefónicas hechas por la Secretaría de Apoyo para las Investigaciones Complejas del Poder Judicial (Saic) en el marco de la causa por el secuestro del comerciante chino Daniel Wu, ocurrido en Posadas el 17 de agosto del año pasado, determinaron que quien llamó a los padres de la víctima para pedir el rescate fue el soldado voluntario Maximiliano Nicolás Penayo.
El soldado es uno de los seis procesados que tiene el caso. Hace unos días, la Cámara Federal de Apelaciones avaló el auto de procesamiento en su contra dictado por la jueza María Verónica Skanata.
Penayo, de acuerdo con el trabajo pericial, no sólo llamó a Antonio Wu, sino que también detalló sobre las negociaciones a uno de sus presuntos cómplices, Fernando Senesoopha, quien se encontraba en ese momento “apoyando” a la familia del comerciante secuestrado.
“Podemos afirmar ¬con el grado de probabilidad requerido por esta etapa procesal- que se encuentra acreditado en autos, que el encartado Penayo participó de los preparativos del hecho y su consumación, que si bien no podemos afirmar que haya estado presente en la sustracción de la víctima, podemos asegurar, que habría ideado parte del plan que se llevaría adelante y que tenía por finalidad secuestrar a Wu y exigir dinero por su liberación”, dice la resolución de los camaristas Ana Lía Cáceres de Mengoni y Mario Osvaldo Boldú.
Los magistrados sostuvieron que “se encuentra acreditado en autos, que Nicolás Penayo, juntamente con los imputados, Alejandro Senesophha y Lin Shihua, participaron de los tramites tendientes al alquiler de la vivienda que sería utilizada para el cautiverio de Wu ¬cuyo contrato se realizó a nombre de Nicolás Penayo- (como lo corrobora la copia del contrato de alquiler agregado a fs. 254, y refrendado a fs. 352/353 por la propietaria de la vivienda de la vivienda, la Sra. Natalia Bianchetti, como las foto captura del celular de ésta, donde se lee las conversaciones con Nicolás Penayo cfr. fs. 359/373)”. “De igual manera, existen elementos probatorios para sostener que Penayo estuvo presente en las tratativas para conseguir el vehículo con el cual trasladarían a Daniel Wu hasta el lugar de cautiverio, existiendo conversaciones donde inclusive ofrece el suyo, manifestando que después lo vendería en el interior. Abona esta postura, la declaración del soldado voluntario Alexis Mingori quien afirmó haber visto a Penayo, el día anterior al hecho¬, concurrir a las instalaciones del ejército con el vehículo secuestrado en el lugar de cautiverio (Ver fs. 898/899 y vta.)”, añadieron.
El impecable trabajo de la SAIC con los teléfonos decomisados reveló, por ejemplo, que en varias oportunidades los coimputados Alejandro Senesoopha y Penayo mantuvieron conversaciones telefónicas respecto del momento oportuno para realizar el hecho. Allí, según la Cámara de Apelaciones, “se muestran preocupados porque pasaba el tiempo y varias personas tenían conocimiento de los preparativos. Llama poderosamente la atención una conversación de fs. 509 vta., en la cual Senesoopha (Alejandro) le pide que le mande fotos para armar ‘el perfil’, recibiendo del teléfono indicado como perteneciente a Nicolás Penayo fotografías de mujeres, lo que pareciera ser un indicio fuerte de que ambos estaban preparando el perfil de una red social¬ de la mujer con la que luego atraerían a Wu hasta el lugar elegido para la sustracción”.
Al comerciante lo secuestraron luego de que una mujer, aún no identificada, actuara de señuelo, para seducirlo y llevarlo hasta el Acceso Oeste de Posadas.
“Otra conversación que nos permite tener por acreditado que los coimputados Penayo y Alejandro Senesoopha no son ajenos al hecho que se investiga, es la obrante a fs. 528/530, donde surge claramente que Penayo, usando otro número telefónico¬, se encargó de llamar al padre de Daniel Wu y luego a Bin Lin, diciéndoles que tenían secuestrada a la víctima. Fue la persona encargada de pedir el rescate y de negociar el monto y lugar de entrega, acordando en forma permanente con Lin Shihua y Alejandro Senesoopha”, quienes estaban en la casa de Antonio Wu, padre de Daniel Wu”, argumentaron Cáceres de Mengoni y Boldú.
“Asimismo de las conversaciones con el imputado Alexis Puchalsky, surge que este último, en un estado de aparente nerviosismo,¬ le solicita a Penayo que lo vaya a buscar porque él no sabe manejar y que le ayude a ‘descartarle’ porque ‘ya está caliente’, -en clara alusión a la víctima. Penayo responde que no es esa su tarea. Luego de ello, existe otra conversación donde Alexis le dice que se fue a su casa y Penayo le comenta que la víctima se escapó y luego le dice que Lin Shihua y Alejandro Senesoopha lo están llevando al interior, que se quede tranquilo porque no estaba ‘marcado’”, agrega la resolución.

Sobre otro de los acusados
Sobre Alejandro Senesoopha, dijeron los camaristas: “Participó de la elección y los trámites para adquirir en alquiler la casa usada como lugar de encierro de Daniel Wu; que junto a Nicolás Penayo se encargaron de conseguir el vehículo para trasladar a la víctima desde el lugar de sustracción hasta la vivienda de San Isidro. De las mencionadas transcripciones obrantes a fs. 470/530, surge el rol que le cupo a Alejandro Senesoopha, en las fs. 528/530 éste le dice a Penayo, que él o ‘el gordo’ -Lin Shihua-¬ van a ir a escuchar cuando realice la llamada a los padres de Daniel Wu, pero luego y concretamente a fs. 530 le dice ‘no puedo ir, me están mirando’. Es decir, que Alejandro Senesoopha se encontraba –junto a Lin Shihua- en el momento en que se llevaban adelante las negociaciones, en la casa de los padres de la víctima, dando directivas a sus cómplices”.
“Podemos ver, como surge de autos, la coautoría desplegada por los imputados, Lin Shihua, Nicolas Penayo, Adam Rojas, Alejandro Senesoopha, Fernando Senesoopha y Alexis Puchalski destinadas a ejecutar el secuestro extorsivo de Daniel Wu, echando por tierra las versiones de los imputados acerca de su falta de conocimiento del mismo”, concluyeron.
Con esta resolución, dictada en los primeros días de 2017, la causa quedó a pasos del juicio oral. Se trata del primer caso de secuestro extorsivo registrado en la provincia y que gracias al trabajo conjunto entre la SAIC y la Dirección de Investigaciones Complejas de la Policía de Misiones prácticamente fue esclarecido.

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas