En principio todo transcurría con total normalidad, y entre risas los presentes compartían comidas y bebidas alcohólicas. Llegado el momento, siendo las 6.30 de la mañana, y para poder cumplir con su jornada laboral como albañil, el propietario de 32 años le solicitó a los presentes que se retiren.

De esta manera, la casa se vacio quedando solamente el albañil, su mujer que es estudiante universitaria y el primo del hombre, de 16 años junto a amigo apodado “Pantera” de 21 años.

Sin sospechar lo que estaba por suceder, el trabajador partió de la propiedad para cumplir sus funciones, mientras que su mujer se dirigió al cuarto para domir.

Al finalizar la jornada laboral, el hombre pasó a buscar a sus hijas (quienes pasaron las fiestas con la una de sus abuelas) y a las 14:30, llegó a su domicilio. Allí, notó que la puerta de su casa estaba abierta por lo que le pidió a las nenas que aguarden en la vereda, por si había algun extraño robando.

En esos momentos, una vez adentro, vio a su primo parado de campana en la puerta de la cocina, a metros de la habitación matrimonial y al sujeto identificado como «Pantera», dentro de la misma vistiendose al lado de su esposa. Tras recriminarles por la situación ambos jóvenes se escaparon corriendo.

El albañil de inmediato socorrió a su mujer, y advirtió que estaba dormida y sin su ropa interior. Desesperado, comenzó a despertarla y hacerle preguntas. La mujer solo decía que no recordaba nada y que se sentía “sucia”.

Al recordarle la escena que encontró, la mujer tuvo algun vago recuerdo de los hechos y le manifestó que apenas tenía imágenes en su cabeza en las que advertía que los acusados estaban dentro del dormitorio.

Luego, recordó que “Pantera” estuvo encima de ella y la tomó por el cuello, por lo que el matrimonio fue directamente a realizar la denuncia.

Tras las primeras investigaciones, la representante de la Unidad de Abusos Sexuales, Alicia Falcione, ordenó que la víctima fuese examinada por el médico de Sanidad.

Al mismo tiempo, fueron secuestraron los teléfonos celulares de todos los acusados, en los que según las fuentes del caso, existen conversaciones sobre lo sucedido.