En la ciudad de Santa Fe, un joven de 22 años fue ultimado de un balazo en el pecho por un vecino de 17 que comenzó a disparar desde el techo de un colegio hacia una casa donde se encontraban celebrando un aniversario.
Un joven de 22 años fue asesinado de un balazo cuando se encontraba reunido junto a otros familiares en su casa de la ciudad de Santa Fe festejando un cumpleaños, y por el hecho fue apresado un adolescente que aparentemente disparó desde el exterior de la vivienda en venganza contra uno de los asistentes a la reunión.
Fuentes policiales aseguraron que el hecho ocurrió pasadas las 22 del jueves en una galería de una finca de la calle Oroño al 300, en el barrio Centenario, y con este crimen ya son 87 los homicidios registrados en lo que va del año en el Departamento La Capital.
Según dijeron los pesquisas, mientras se desarrollaba la fiesta de cumpleaños, se escucharon disparos que provenían desde el exterior de la vivienda, y Jorge Fabián Ríos cayó herido de un disparo de arma de fuego en el tórax.
La víctima fue trasladada al Hospital Cullen, donde murió momentos más tarde debido a la gravedad de la herida sufrida. De inmediato comenzaron los operativos en la zona y efectivos de la agrupación Cuerpos de la Unidad Regional 1 detuvieron a un adolescente de 17 años que escapaba por los techos del Complejo Educativo Nuestra Señora de Itatí, a quien le incautaron una pistola calibre 9 milímetros.
Tomaron intervención en el hecho efectivos de la Policía de Investigaciones (PDI) y los fiscales de la Unidad Especial de Homicidios del Ministerio Público de la Acusación, Cristina Ferraro, Pablo Busaniche y Jorge Nessier.
Fuentes policiales indicaron que el menor apresado dijo a los efectivos que lo detuvieron que en realidad su intención era tomarse venganza no con Ríos sino con otro de los parientes, con quien mantenía un conflicto personal de vieja data. Además, aclaró que los disparos los efectuó desde los techos del establecimiento educacional donde fueron encontradas varias vainas servidas calibre 9 milímetros.
Ese testimonio ante los policías no tiene valor judicial, por lo que ahora deberá ratificar sus dichos ante un fiscal de Menores de esa ciudad.
