Un buen día, los caminos de Mauricio Macri y Juan Román Riquelme volvieron a cruzarse. Fue ayer en una reunión íntima en la Quinta Presidencial ubicada en Olivos, a donde el ex 10 fue a invitarlo personalmente a su partido despedida, que se disputará en diciembre en La Bombonera.
Macri recibió ayer a la tarde a quien para muchos es el mayor ídolo xeneize, quien le deseó «suerte para que le vaya muy bien en el país como pasó en su período en Boca».
«Tuve la suerte de estar con el presidente del país y espero que dentro de un tiempo me pueda acompañar», añadió Román, quien tuvo momentos buenos y malos con Macri durante la relación jugador-presidente.
La noticia fue difundida por el propio mandatario, quien compartió en su cuenta oficial de Twitter una foto de ambos en la Residencia de Olivos, donde posó con la camiseta de Román y otras en donde se los ve charlando distendidamente en una pequeña sala.
Después del encuentro, Riquelme también se metió a la cocina de la residencia y saludó a los trabajadores. Habló del tema en una entrevista que concedió más tarde a Fox Sports.
«En Olivos entré a la cocina a saludar a todos los cocineros, había como 700 milanesas y no me dieron una. Estaban arreglando la cancha y estaba buena, esperemos que todo le salga bien», contó el ex volante.
¿Y las diferencias con Mauricio Macri?
Riquelme y Macri siempre tuvieron una relación tensa cuando uno era presidente y el otro figura del Boca campeón conducido por Carlos Bianchi. El momento culminante de esa relación lo marcó el festejo de aquel gol en dónde Riquelme hizo el gesto del «Topo» Gigio frente al palco de Macri en la Bombonera.
«Lo hice porque le gusta a mi hija Florencia, que jodía con el Topo Gigio, recordamos un montón de cosas, vivimos momentos inolvidables», relató Riquelme sobre el encuentro de la tarde con el actual Presidente.
MB
