La salud de la actriz está bajo la mirada de todo Hollywood luego de que se la viera pálida y casi sin brillo en sus ojos.
Lejos quedó la «femme fatal», con curvas y carnosos labios que caracterizaban a Angelina Jolie. A sus 41 años, la actriz de Tomb Raider perdió todo su brillo, así como también su peso: solo 44 kilos se distribuyen en su metro sesenta y nueve.
Su visita a los refugiados serbios en Grecia, como «Enviada especial de la ACNUR», llamó mucho la atención y todos los comentarios se centraron en su peso.
«En 2010 se sometió a una estricta dieta desintoxicante, bebiendo casi cuatro litros de agua por día para eliminar toxinas. Solo consumía 600 calorías por día, -cuando se recomienda un mínimo de 2000-, y bajó 10 kilos en 21 días, no quedó nada bien», cuentas allegados, según la revista Caras.
Agregaron que «se habló de una enfermedad y ella no admitió ni desmintió nada. Lo cierto es que su imagen es preocupante. No es la misma mujer bella y seductora de hace unos años. Hasta el color de su piel es el de alguien enfermo. La ropa le queda holgada, le sobresalen los huesos por todos lados y nada le luce bien».
