Finalmente la justicia confirmó que no hubo cambio de bebés en el sanatorio Boratti, después de la denuncia que derivó en una exhumación del cuerpo del niño- fallecido poco de nacer- en el mes de enero.
El gerente del sanatorio Boratti, Roberto Boratti, aclaró en contacto con este medio que las pruebas confirmaron que el bebé era hijo de la pareja. “Queremos aclarar a la opinión pública y a la gente que se atiende en el sanatorio, que un cambio de bebé con los recaudos que tomamos en el sanatorio es prácticamente imposible que ocurra. A la madre se le coloca una pulsera que es inviolable. Una vez que se retira la madre y el bebé se le retira la pulsea y se la lleva la madre. Pero queda un registro, quien se va a hacer cargo del bebé, y firma unos documentos. Además en el quirófano hay una sala de informes en donde se le permite que le entreguen el bebé a la persona designada por la madre. El bebé murió por una cardiopatía, se les ofreció a los padres para hacer una autopsia dentro del sanatorio, pero ellos hicieron una denuncia penal entonces el bebé fue retirado por la justicia con presencia de los padres, eso lo tenemos documentado. Allanaron el sanatorio, se llevaron las filmaciones, los documentos. Estamos a disposición de los padres, entendemos la situación, no queremos ningún conflicto, no tenemos mala intención, pero reitero que es casi imposible que esto ocurra, debería haber una complicidad de al menos 10, 15 personas dentro del sanatorio para que esto ocurra, es imposible”.
El hecho ocurrió en octubre del año pasado luego de que una pareja denunciara al sanatorio posadeño por mala praxis. Su hijo había muerto al poco tiempo de nacer y por unas fotografías observaron que la pulsera del niño – que debe colocar el sanatorio – no coincidía con la de la mamá, la denuncia se amplió y se inició una investigación por supuesto cambio de bebés.
En el mes de enero el juez de Instrucción I, Marcelo Cardozo, ordenó el allanamiento del sanatorio y se secuestraron filmaciones entre otros documentos, aunque fue prudente al no hablar de un posible caso de robo de bebés sino de que pudo tratarse de un error en la redacción de los datos del recién nacido. En el allanamiento se secuestraron las historias clínicas de todos los nacimientos del 7 de octubre del año pasado, un día antes y un día después.
Además el magistrado ordenó la exhumación del cuerpo del pequeño para extraer muestras de ADN y cotejarlas con la pareja denunciante.
Finalmente se comprobó que el bebé era hijo de la pareja, y que la imagen en cuestión era la de la pulsera de la morgue judicial que estaba en uno de los brazos de la criatura. La del sanatorio estaba en el otro brazo.
Roberto Boratti, gerente del sanatorio (Radio Libertad)
J.M
