La ciencia evoluciona cada vez más hacia la terapia personalizada para la cura del cáncer de mama

 

Octubre fue el mes internacional para la sensibilización sobre la prevención y diagnóstico precoz de Cáncer de Mamá, campaña que apunta a contribuir a la concientización sobre el apoyo que existe y los avances de la ciencia, el tratamiento y los cuidados paliativos para sus diferentes tipos. Nueve de cada 10 mujeres sobreviven a este diagnóstico gracias a la detección temprana. Pero aún cada día, en la Argentina mueren 20 mujeres por esta enfermedad debido en gran parte a que el 45% de ellas no hace su chequeo mamario anual. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, una de cada ocho mujeres desarrollará cáncer de mama en algún momento de su vida, es decir 80 cada 100.000 habitantes, y también hay estadísticas que demuestran que en los últimos años aumentó la incidencia de la enfermedad, con un 31 por ciento respecto de todos los tumores femeninos.

Misiones, dentro del rango de diagnóstico de Cáncer de Mama, está en séptimo lugar en la Argentina, mientras que en el ranking la provincia ocupa el puesto número uno en casos de Cáncer de Cuello Uterino, éste sería el tumor más frecuente, de mayor riesgo, alto impacto y de mayor tasa de mortalidad en Misiones. Y es marcadora de nivel socioeconómico.

Así lo afirmó la oncóloga María Betania Mascheroni en una entrevista con Misiones Online donde se refirió principalmente al Cáncer de Mama en estadio inicial y sostuvo que “gracias a la evolución de la ciencia la mayoría de las mujeres pueden hoy salvar sus vidas si lo detectan a tiempo, con los controles anuales de rutina, ya que el diagnóstico precoz de un carcinoma “in situ” es el mejor escenario para tratar la enfermedad”.

Los conocimientos actuales sobre las causas del cáncer de mama son insuficientes, por lo que la detección precoz sigue siendo la piedra angular de la lucha contra esta enfermedad. “Cuando se detecta precozmente, se establece un diagnóstico adecuado y se dispone de tratamiento, las posibilidades de curación son elevadas”, remarcó la especialista.

En palabras sencillas, Mascheroni se refirió en la entrevista a los avances científicos que revolucionaron los tratamientos en los últimos 15 años y que cada vez más van hacia terapias personalizadas, habló de cómo las pacientes afrontan este proceso y cómo desde el consultorio el profesional aborda el impacto emocional que enfrentan; analizó los tabúes y prejuicios que aún existen en la sociedad sobre esta enfermedad, y marcó la importancia de la comunicación médico-paciente frente a la influencia de la información a favor y en contra de sus tratamientos, entre otros temas.

Finalmente, la profesional destacó la posición en que se encuentra la Salud Pública y Privada de Misiones para la atención y tratamientos de Cáncer de Mama, aseverando que “están todas las herramientas disponibles para la prevención, incluso hoy hay un trabajo complementario entre lo público y privado, contamos con un alto nivel académico, profesionales especializados en diferentes disciplinas, tecnología de vanguardia y  que benefician significativamente a las pacientes en tratamiento”, dijo.

Mascheroni es una de las profesionales más reconocidas de la provincia en Oncología. Oriunda de Córdoba, estudió medicina en la Universidad de Buenos Aires, y empezó a los 22 años la residencia de Clínica Medica en el Hospital Militar Doctor Cosme Argerich. Fue allí que empezó por la rama de la Oncología, trabajó los últimos tres años de su residencia en el área, y después se especializó en Oncología Clínica en el Hospital Italiano durante cuatro años. Además, realizó cursos de posgrado en Cáncer de Mama y Cáncer de Pulmón en Houston, Barcelona y Paris.

Abrió su consultorio en Misiones un 5 de octubre del año 2009, en el Sanatorio Nosiglia y hoy atiende en el Centro de Especialidades Médicas de Misiones que funciona en el tercer piso de la Clínica de Ojos Cáceres Zorrilla por calle Bolívar, donde lucha con sus pacientes por diferentes casos de cáncer. Sostiene que hay pacientes que son nuevos desafíos, por lo que la actualización en la profesión es permanente y asiste a Congresos Internacionales Multidisciplinarios siempre que puede. “Si no estoy preparada para un caso, lo que hago es la interconsulta, que es un acto médico, y si es necesario realizo la derivación a colegas especializados. Eso me tranquiliza, se trata de la decisión de la vida de cada paciente, creo que la interconsulta es un acto de altruismo y tengo referentes en cada especialización ya que considero al trabajo multidisplinario fundamental en esta enfermedad. Siempre debe beneficiarse al paciente con la mejor opción terapéutica”, asevera la especialista.

Actualmente, en porcentajes, en su consultorio atiende en primer orden casos de mujeres con Cáncer de Mama, seguidos por  Cáncer de Cuello Uterino, Cáncer de Pulmón y Cáncer de Colon. En hombres, habitualmente tiene más casos de Cáncer de Próstata, seguido de Cáncer de Pulmón y Cáncer de Colon.

La importancia de la detección precoz

 ¿Cuáles son los avances que se pueden marcar a partir de la prevención y un diagnóstico precoz de Cáncer de Mama?

En principio, se define a “prevención” el poder elegir herramientas para detectar de manera precoz un tumor, y darle la posibilidad de que éste se pueda curar. Dentro de la Oncología, los tumores que se definen como conductas que se pueden tomar de prevención son: el cáncer de mama, cáncer de cuello uterino, de colon y de próstata. Para estos cuatro tumores existen herramientas que, utilizadas como corresponden en tiempo y forma, pueden prevenir enfermedades hasta lograr la cura o su desenlace puede ser mucho más favorable que en otros estadios.

Por ejemplo, para prevenir el cáncer de próstata hay que realizarse el control del PSA a determinada edad; para el cáncer de colon, con una  endoscopia digestiva baja a partir de los 50 años se puede prevenir, para el cáncer de cuello uterino existe el papanicolao. Todos son tumores que se han definido desde hace muchos años en base a protocolos y que detectados en forma temprana pueden cambiar la historia natural de las enfermedades, pudiendo llegar a obtener la cura en algunos pacientes.

Se debe entender que en cáncer, cuando la detección es más precoz o en estadio inicial, las enfermedades hoy tienen mucho mejor pronóstico por los avances de la ciencia.

En el caso del cáncer de mama, las herramientas fundamentales son: en primer lugar, en mujeres jóvenes o premenopáusica la ecografía mamaria, ya que detecta lesiones muy precoces en mamas densas o jóvenes. En segundo lugar, para mujeres adultas, la herramienta es la mamografía anual, junto con las imágenes de la ecografía mamaria. ¿Por qué la mamografía es fundamental en la detección precoz? Porque es una radiografía de la glándula mamaria y detecta lo que se llama microcalcificaciones patológicas o sospechosas, en estadio inicial de un tumor. Detectado esto, se le da un puntaje a lo que se ha identificado, y que puede ser clasificado en la mamografía como: BI-RADS 1, BI-RADS 2, BI-RADS 3, BI-RADS 4, BI-RADS 5.

Cuando se diagnostica BI-RADS 1 y BI-RADS2, es una mamografía completamente normal. BI-RADS3, podemos definir como mamografía sospechosa, con alguna lesión dudosa ya sea nodular o de microcalsificación, donde ya se expresa en el informe que es una paciente que debe estar en una observación más precoz. Ya indica que se debe repetir el estudio a los 6 meses. Ejemplo, si decimos que a partir de los 45 años se debe realizar una mamografía anual para detección precoz, y se detecta a una paciente que con las imágenes dan un puntaje de un BI-RAD3, esta paciente ya no debe venir al año a realizarse el control, sino que debe pautarse prudencialmente a los 6 meses. Esta es la conducta preventiva que nosotros tomamos y sobre esto aún hay que hacer mucha educación para la toma de conciencia.

Siempre se necesita la mamografía y ecografía mamaria. Por eso se llama el “par diagnóstico”. La microcalsificación patológica es la expresión de un “carcinoma ductal in situ” no invasivo, que es el más frecuente, y que aún no se propaga fuera del conducto lácteo hacia otros tejidos mamarios circundantes normales. En las imágenes se verían la disposición de depósitos de calcio como si fuera “copitos de coco rayado” para graficarlo de alguna manera. A esta situación definimos como algo irregular, sospechoso, patológico, que nos llama la atención, ya que esta expresión puede ser un carcinoma in situ o precoz.

Habitualmente, el que más se expresa por las mamografías es el “carcinoma ductal in situ”. En algunos casos, en un estadio más avanzado,  un “carninoma ductal invasor” que significa que el cáncer ha “invadido” o se habría propagado hacia los tejidos mamarios que lo rodean. Básicamente en cáncer de mama tenemos dos grandes tipos, el ductal y lobulillar. Hay diferentes tipos de tumores (Luminal A, Luminal B, Triple Negativo, HER2, entre otros) y todos se tratan de manera distinta. Todo varía según el tamaño (pueden ser pequeños pero muy agresivos o grandes pero no tan agresivos), clasificación, estadificación (que se evalúa a través del ganglio centinela), hay que evaluar factores pronósticos, perfil molecular, receptores de estrógenos y progesterona,  entre otros estudios previos necesarios para definir el tratamiento y medicación a aplicar.

Gracias a la investigación científica y biología molecular, en los últimos 10 años se empezó a clasificar la expresión biológica de los tumores y esto permitió aprender que el cáncer de mama se trata por la expresión biológica. Cada vez más vamos hacia una medicina personalizada, hoy en día uno no puede encarar un tratamiento de cáncer de mama sin saber de qué biología tumoral se trata, ya sea un tumor inicial o sea una recaída.

El concepto básico es entender que el cáncer de mama debe tener una estadificación inicial del tamaño, ganglios comprometidos, si existe o no metástasis a distancia de la mama y de qué biología tumoral es, esto es fundamental. Este tipo de diagnóstico ha impactado en grandes cambios en los últimos años en los tratamientos.

Por lo tanto, se debe entender que si se dispone de las herramientas que pueden detectar una lesión en un estadio tan precoz como es un “carcinoma in situ”, que no ha hecho invasión aun, que esta en estadio inicial y que va a marcar una historia natural mucho más favorable para la paciente, sin dudas hay que utilizarlo.

 

¿Y cómo es el tratamiento en el caso de carcinoma in situ, estadio inicial?

Si se diagnostica un carcinoma in situ de glándula mamaria, se presenta el primer impacto para la paciente. Hay que retirar la mamografía e ir al ginecólogo, quien debería derivar a un mastólogo, un especialista de glándulas mamarias. Esto es fundamental. Hoy el cáncer de mama debe manejarse con especialistas desde el momento inicial. En Posadas tenemos un importante número de mastólogos que trabajan en forma excelente, con alto nivel científico, con una mecánica de trabajo aceitada y con un protocolo.

Ante la detección precoz de microcalsificaciones patológicas que hacen sospechar de un cáncer de mama, con el mastólogo se debiera repetir la imagen de la mamografía a los 6 meses, tiempo donde la lesión ya no es dudosa, y es el momento de avanzar en una práctica más invasiva, que es la punción para una biopsia que puede ser inicialmente con aguja gruesa o fina. En Posadas hay varios colegas que trabajan perfectamente con aguja gruesa, y esta herramienta es la que definirá el diagnóstico de la patología. Una vez que tenemos el resultado del diagnóstico por biopsia, uno recién va a planificar el tratamiento.

A veces las lesiones son más pequeñas, y no hay necesidad de aguja gruesa. Se puede emplear allí una técnica mucho menos invasiva y mas precisa para lesiones más pequeñas, pero no tenemos en la provincia esta herramienta, en esos casos hay que derivar a Buenos Aires.

Pero quien define cómo se diagnostica es el mastólogo, ni siquiera el oncólogo, quien aparece más adelante para el tratamiento. Lo más importante es que se entienda que cuando una mujer esta frente a la sospecha de una patología mamaria, debe ser manejada por un especialista en Mastología, que es una rama de la Ginecología.

Posadas es una ciudad chica, perfectamente se puede estar en contacto entre colegas, el especialista en imágenes, etcétera, ya que al paciente hay que manejarlo en forma multidisciplinaria (ginecólogo, mastólogo, imagenólogo, anatomopatólogo, oncólogo) y esto es un gran beneficio para el tratamiento.

En el diagnóstico por biopsia, la anatomía del tumor es fundamental, nos dirá si la lesión es benigna o no. Si la lesión es maligna, se divide en dos ramas, puede ser un carcinoma in situ o no invasor (es un tumor localizado) y esta es la lesión más precoz en detección de cáncer de mama.

Los tumores in situ se pueden encarar con cirugías muy precoces, como las cirugías conservadoras de mama o cuadratectomía, que es menos invasiva, sin necesidad inclusive de afectar los glanglios axilares. Esta cirugía conservadora también puede realizarse en algunos casos de carcinoma ductal invasor que no son de gran tamaño. Esta es una técnica quirúrgica que se realiza muy bien en la provincia.

Pero cuando a una mujer se le dio la posibilidad de conservar la mama, esta paciente también tiene que saber que habrá un tratamiento de apoyo post-operatorio que se llama Radioterapia. Por qué? Porque conservó el resto de la glándula mamaria y tiene que hacer un tratamiento local para prevenir que vuelva a aparecer el carcinoma in situ en ese tejido glandular mamario.

A la paciente hoy se le da la posibilidad de conservar la glándula mamaria, en estos casos no se mutila como antes, que en todos los casos se practicaban grandes mastectomías que implicaban la extirpación de toda la mama, incluso hasta el músculo pectoral. Todavía tengo en mi consultorio pacientes que son grandes sobrevivientes de cáncer de mama con estas cirugías de hace 15 o 20 años atrás. Realmente hay mucha diferencia y muchos logros hoy en la conducta terapéutica, gracias a los avances de la ciencia en los últimos 15 años.

En la actualidad, otra técnica que se aplica (mastólogo) es la del factor pronóstico del ganglio centinela, que se evalúa al momento de la cirugía y determina si hay invasión de la red de drenaje linfático, ya que esto cambia mucho el pronóstico, marca la estadificación y define parte del tratamiento, evitando en muchos casos grandes vaciamientos axilares innecesarios, específicamente el linfedema. Todo esto es gracias a la ciencia.

 

¿Qué avances puede marcar en radioterapia en Misiones?

La Radioterapia también es una técnica que ha avanzado en forma agigantada en los últimos años. Antes se irradiaba con una técnica que se llamaba cobalto terapia, pero esto ya ha quedado en la historia, aunque no hay que desmerecerla porque ha salvado muchas vidas.

Gracias al avance científico y tecnológico, hoy se han actualizado los equipos y se utiliza radioterapia con acelerador lineal,  o en tres dimensiones (3D), donde uno hace alta dosis de radioterapia focalizando solamente en el tejido glandular afectado y no irradiando zonas vecinas que puedan sufrir las consecuencias de la terapia irradiante. Esta es una técnica indicada para cáncer de mama izquierda, ya que detrás está el corazón y el pulmón, por lo tanto uno debe evitar la toxicidad.

Esta técnica tiene la característica  de expresar localmente el efecto durante el tratamiento en la piel de la paciente, que son atendidos y acompañados por el radioterapeuta. El tratamiento tiene una duración entre 5 a 6 semanas en tiempo promedio, y pasado el tiempo, la paciente es una sobreviviente del cáncer gracias a todos estos avances.

Cuando uno indica un tratamiento, lo que debe entenderse que uno no debe pensar en hoy, que se está pensando en que la  paciente será una gran sobreviviente en el largo plazo, a la que no debemos sumar toxicidad. No podemos dar un buen pronóstico a una paciente y dejarla con una complejidad cardíaca por radioterapia, porque estamos hablando de un tratamiento que queremos que sea curativo, por lo tanto, los tratamientos de hoy dan secuelas en el largo tiempo si usamos técnicas en acelerador lineal en 3  dimensiones cuando una paciente conserva la mama. La ciencia ha avanzado y en la actualidad estas técnicas se aplican en estos casos.

En Misiones se cuenta con la tecnología de acelerador lineal y en 3 dimensiones en el Centro Oncológico del NEA, que cuenta con un aparato que emite rayos con más precisión para el tratamiento del cáncer, donde se irradia muy bien la glándula mamaria, y es un centro que trabaja tanto en la parte privada como pública, dando un soporte sumamente importante, ya que tenemos una tasa alta en cáncer de mama en la provincia.

Generalmente las pacientes ya no tienen que ser derivadas, como sucedía años atrás, hacia centros de Córdoba, Rosario o Buenos Aires. Hoy tenemos la tecnología, y lo que es fundamental, un servicio de radioterapia que cuenta con profesionales excelentes.

 

La mirada de los otros: prejuicios y tabúes de la enfermedad  

Las pacientes deben enfrentar la mirada de los otros sobre su diagnóstico y su tratamiento, sean familia, pareja, amigos. ¿Qué impacto emocional genera esto en las pacientes y cómo influye en el ánimo cuando la información que le llega es la vinculación cáncer-muerte? ¿La ciencia ya superó esto de que el cáncer es sinónimo de muerte?

Si. Absolutamente. Existen diferentes tipos de cáncer, es una palabra muy amplia. Existen diferentes tipos de tumores, de pacientes o individuos. Uno tiene que pensar que cada individuo es independiente. Si hacemos un ejercicio mental rápido, podemos tener un paciente de 75 años que fumó durante 40 años de su vida tres paquetes de cigarrillos por día y tiene un diagnostico de cáncer de pulmón. Seguramente, en este caso, será un tumor muy agresivo y probablemente este paciente tenga además una evolución muy torpida de su enfermedad, porque no solamente estará enfermo de cáncer de pulmón, sino que tendrá otras afecciones que con las herramientas terapéuticas (cirugía, quimioterapia o radioterapia) puede no ser suficiente para combatir la enfermedad ya que la célula puede tener un “sello” instalado o una maquinaria para replicarse en forma acelerada y descontrolada producto de muchos factores tóxicos generados durante 40 años por el cigarrillo.

Pero el diagnóstico de cáncer de mama es muy distinto al de un cáncer de pulmón, que tiene un factor de riesgo bien definido.

El cáncer de mama no siempre tiene riesgos definidos. Por ejemplo, una mujer de 43 años, sin antecedentes, que debuta con cáncer de mama se pregunta ¿por qué a mí?. Tiene una vida saludable, no tiene antecedentes familiares, no fuma, hace deportes, se cuida en la alimentación. “No me lo merezco”, es el primer razonamiento lógico. Primer impacto. Si a mi me sucedería, lo pensaría así también a pesar de ser oncóloga, creo que me sucedería lo mismo.

Uno no esta preparado, cuando uno goza de muy buena salud, para tener de un día para otro un cáncer de mama.

Habitualmente, el cáncer de mama no esta en relación con un factor de riesgo preciso. La mayoría de los cánceres de mama, en un casi 85% o 90% son “esporádicos”, lo que significa que no tienen un factor de riesgo predeterminado o un factor genético predeterminado.

El 5% de cáncer de mama son diagnosticados como hereditarios o genético, muy pocos. En estos casos son tumores específicos que se definen por tener una fuerte predisposición hereditaria, y en esos tumores podemos buscar factor pronóstico de herencia y evaluar la mutación de genes BRCA 1 o BRCA 2, algo que tampoco es para todas las pacientes, sino para aquellas que tienen una fuerte historia familiar con la enfermedad y uno puede sospechar.

Pero se debe entender que el más frecuente es esporádico, aquel que aparece sin un factor de riesgo. Esto es lo  difícil de encarar emocionalmente, y por toda la historia de tratamiento de cáncer que se vio durante 30 a 40 años que no tiene muy buena prensa.

La ciencia cambió la historia, se ha avanzado en los últimos años en el diagnostico precoz y las herramientas para un tratamiento más eficaz, menos tóxico y especializado según cada individuo.

 

¿Y cuáles considera son los prejuicios que hoy existen y que afectan a la paciente al momento de afrontar esta nueva situación?

La gente a veces se educa fuera del consultorio. Yo trato de enseñarles a cada una de mis pacientes de qué se trata su diagnóstico y qué es el cáncer de mama, ya que cada caso es individual y hay varios tipos, todos con tratamiento y evolución sumamente distintos. Por eso, quiero que sepa cuál es su estado inicial, su biología molecular, cuales son las herramientas terapéutica que ella necesita, el tratamiento a seguir. Quiero que la paciente sepa lo que es su caso particular en mi consultorio.

Lamentablemente, muchas veces sucede que llegan a la consulta con una carga o presión social de la familia, la madre, la hermana, la amiga, la vecina, llegan abarrotadas de información y opiniones que no aportan en nada, que justamente no es lo que necesita en ese momento. Y sucede a veces que muchas mujeres se quedan con esa “desinformación” o confusión, y la paciente no llega a tocar la puerta del consultorio del mastólogo para evacuar estas inquietudes porque tiene miedo a la muerte.

¿Y por qué se paraliza? Porque quiere vivir, uno a los 40 años quiere vivir y no quiere vivir enferma. Entonces, cuando la vida te pone frente a esta situación, es un cimbronazo y genera un terrible estrés, porque esta persona está frente a un cambio en su vida.

Creo que cuando uno recibe un diagnóstico de cáncer, sea cual fuere, aunque sea el más benigno, existe un shock emocional que hace que su vida sea un antes y un después. Uno se replantea todo la vida, esto por lo menos pasa en la estructura mental de una persona lúcida y conciente, donde se hace un replanteo de todo, qué hizo hasta ese momento y que hará en adelante, cómo lo hará, como afrontará esta situación, a veces se desespera, piensa en sus hijos, su trabajo.

Frecuentemente, en cáncer de mama las pacientes necesitan terapia de apoyo post-operatoria, y a la paciente hay que explicarle porqué. Y es porque después de extirparle el tumor de la mama, de detectar que no tiene invasión en los ganglios linfaticos, pero al evaluar el caso, se define que por los factores pronósticos y por su estadio inicial y por biología molecular (a pesar de no tener el cáncer en su cuerpo), se encuentra con los riesgos de recaída y se define que tendrá que afrontar posteriormente a la cirugía un tratamiento de apoyo de quimioterapia, radioterapia y tendrá un tratamiento de bloqueo hormonal por cinco años, por ejemplo. ¿Cómo explicas eso a la paciente y que no la impacte?

Lo fundamental es la comunicación médico-paciente. Hay que convencer a la paciente, y por eso es tan importante informar bien. Sino la paciente dice: “no, yo ya no tengo el cáncer, me voy a mi casa. No quiero hacer quimioterapia o radioterapia”.

Por eso, es responsabilidad del profesional enseñar y trasmitir al paciente en el consultorio los riesgos de su enfermedad y beneficios de cada conducta terapéutica. ¿Si el paciente no aprende en el consultorio lo importante de su tratamiento, que es individual y personalizado, en dónde aprenderá? ¿En Google? ¿Con el vecino? ¿Con los familiares? No.

Con su médico. Si el paciente no comprende esto de entrada, se va a desviar, y será tarde. Por eso es sumamente importante la comunicación médico-paciente.

 

¿Y sobre los efectos secundarios que avances hay para disminuirlos y cuál es el acompañamiento que dan durante el tratamiento?

La paciente llega asustada al consultorio por toda la información que de repente le llega: se te va a caer el cabello, vas a vomitar, vas a estar mal, vas a perder peso, te van a bajar las defensas, tendrás infecciones, hay muchos tabúes.

Lo fundamental es explicar a la paciente que lo que tendrá que hacer es un cambio en su estilo de vida, no encerrarse en una burbuja, sino un cambio hacia una vida más saludable desde su alimentación, tomar agua en forma saludable, dormir más, etc.

Por supuesto, en los ciclos de quimioterapia hay cuidados especiales, donde tiene periodos críticos y uno tiene que enseñarle sobre cuales son y como cuidarse durante, con un protocolo que se debe cumplir. En esa etapa tienen seguimientos médicos más estrictos, análisis, tiene el apoyo del oncólogo.

Se produce en este proceso la alopecia (pérdida de cabello), pero esto depende de cada diagnóstico, de la medicación y de cada individuo. No en todos los casos se da, pero es algo que la ciencia aun no lo ha podido sortear. Hay drogas que afectan más que otras, según el tratamiento.

Entonces, el cáncer de mama ya afecta un órgano que es símbolo femenino como son los senos, son parte de la autoestima de la mujer desde lo estético, del amor, tiene un componente emocional y afectivo muy alto, es un órgano de mucha sensibilidad psicológica porque hay un deterioro de la imagen personal en algunos casos por la mastectomía completa, la paciente ya tiene un impacto psicológico. Y a esto hay que sumarle la caída del cabello.

En estos casos es fundamental detectar si la paciente requiere apoyo multidisplinario, con un grupo de psico-oncólogo y pueda pasar esta etapa lo mejor que pueda. A veces se acompaña con terapias alternativas, ya que hay personas que la caída del cabello les impacta muchísimo, y en muchos casos es más por la reacción que provoca en el entorno. Muchas veces uno puede estar muy femenina, con un pañuelo, una gorra, una peluca, y estar muy bien, no le afecta tanto. Pero están las personas que al verla no le quitan la mirada de encima, porque esta es la imagen del cáncer. Esta es una respuesta cultural de la sociedad que pesa emocionalmente sobre las pacientes. Pero a medida que pasa el tiempo, creo que la gente acepta un poco más.

  

¿Y cómo considera impacta hoy sobre las pacientes la información sobre cáncer en Internet, donde hay artículos a favor y en contra sobre el protocolo vigente, fuertes cuestionamientos a los tratamientos y medicación, como se da con el tamoxifeno?

En la comunidad americana de Oncología no hay lugar para las terapias alternativas complementarias en cáncer de mama. Ellos son pioneros en los avances científicos de las drogas para los tratamientos que hoy estamos usando en la provincia.

Me ha tocado pedir para uso compasivo en casos de pacientes donde ya no había que droga aplicar en la Argentina, habíamos probados todo, y el altruismo de los norteamericanos es increíble. Vía mail, envíamos  historia clínica, pedido de droga, y recibimos en Misiones la droga para uso compasivo en forma gratuita para poder probarla y esta funcionando. En esto son pioneros los americanos.

En Europa, existe una fuerte evolución en la Oncología Científica basada en evidencia, pero a la vez existe la practica de terapias complementarias, que son parte del tratamiento.

Pero en Argentina el oncólogo desconoce las terapias alternativas, nosotros nos regimos por la Oncología Científica, basada en la evidencia, nuestras conductas terapéuticas van detrás de trabajos de investigación que avalan resultados. No hacemos lo que queremos, seguimos líneas terapeúticas, protocolo rigurosos aprobados, con drogas aprobadas. Somos muy encasillados y nos ajustamos a los protocolos.

En Misiones pasa que siempre esta el que quiere acercar a los pacientes remedios naturales o sugerir otras prácticas alimenticias, alternativas, etcétera.  Esto de la medicina complementaria o alternativa es un tema socio-cultural en la provincia. En cada lugar puede existir medicina complementaria regional, o las que no están avaladas científicamente pero el paciente las consigue en una farmacia. En Misiones la gente frecuentemente recurre a la graviola, o algún otro medicamento que uno no sabe ni de donde sale.

Como médica, no puedo inhibir la voluntad del paciente, pero si debo informarle, ya que la graviola no es un medicamento que contemple la obra social, no esta en ningún protocolo, no se puede asegurar que no tenga eventos adversos, que no tenga toxicidad. Y durante el tratamiento esto puede afectar. Si uno de mis pacientes lo toma, como médica debo estar en conocimiento.

Creo que no debe confundirse esto con las terapias de apoyo. Una paciente que esta en tratamiento, necesita apoyo psicológico por un profesional que sepa como conducirlo. Y se estimula a terapia a quienes uno observa que los miedos lo afectan, a la muerte, o miedo los aspectos físicos y emocionales.

Sin duda, otra herramienta que es fundamental es el fortalecimiento espiritual o religioso de cada individuo.

 

Entre la fe y la ciencia

 ¿Considera que para afrontar de la mejor manera este proceso, las creencias o el fortalecimiento espiritual esta en primer lugar, más allá de la ciencia?

 Si. Soy una persona de fe, católica, y creo que Dios esta por sobre todas las cosas. Puedo tener familia, pareja, pero Dios es mi fortaleza. La ciencia es una herramienta que Dios me ha dado para poder atender y guiar a mis pacientes. Este es mi concepto. A mi me da mucha fortaleza desde mi lugar de médica y creo que también le dará a mis pacientes, del otro lado. Hay cosas que nosotros como médicos no vamos a cambiar.

Y para afrontar este proceso es importante tener una actitud positiva y encontrar en qué fortalecerse, y dependiendo de las creencias de cada uno, la fe es una fortaleza.

Además, las pacientes afrontan mucho mejor esta situación cuando cuentan con el amor de la familia, un apoyo afectivo. Al consultorio  no se viene solo, se viene con la amiga, la pareja, esposo, madre, hijos.

A veces vienen un montón de personas acompañando una paciente, y a mi esto no me molesta ya que esa es la expresión del amor y el cariño, expresa el apoyo afectivo, moral, espiritual que uno le da al ser querido y quiere saber como está. No es lo mismo que venga un paciente solo.

Además, no es bueno que venga solo a las consultas porque a veces uno le tiene que dar una información y no sabemos si cuando sale se descompensa en el camino. Si esta solo, no podemos dar a veces determinada información.

 

¿Y para llevar adelante tanta carga emocional de las pacientes, como profesional como se fortalece? 

Cuando inicié, al principio de mi carrera, yo me deprimía muchísimo. Ahora también hay veces que me pasa, somos seres humanos.

A veces hago terapia, a veces pasa tiempo y no lo hago porque creo que no lo necesito, puedo estar equivocada. Pero soy una persona muy positiva. Esta profesión no me produce daño, al contrario, me fortalece, me da fuerza, me moviliza. Otros colegas dicen que les paraliza, a mí no. Por eso seguramente elegí esta especialidad, y todos los días le pido a Dios los dones y la fuerza para tolerar los días no tan buenos. Dentro del consultorio tengo que estar bien, porque los que me necesitan son los pacientes.

Un paciente oncológico viene dos o tres veces al mes como mínimo, nos vamos conociendo, familiarizando, hay una relación medico – paciente que es fundamental, porque la persona nos elige y nos esta entregando su vida. Esta afinidad es la que hace que nos elijan como medico.

 

 

Por Patricia Escobar

 

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas