Foto: Jornal O Globo
Los padres de un estudiante de la Universidad Federal de Santa Maria (UFSM) Brasil, víctima de la tragedia de la discoteca Kiss, fueron a la universidad a devolver un libro a la biblioteca de la colección de sitios, se encontraron en la habitación de su hija. La dura tarea de volver a las clases tras el fallecimiento de 62 estudiantes.
“Había un libro etiquetado que era de la biblioteca de la universidad, y vinieron hasta aquí a traerlo. No supe qué decir” confesó el coordinador del curso de Ciencia Animal, Rosamelia Berleze.
En la víspera de la reanudación de las clases el lunes, los maestros de Rural Sciences Centre (RCC) analizan por estas horas cómo recibir estudiantes tras el luctuoso episodio que días atrás se cobró 232 vidas en el incendio en la discoteca.
Según informa el diario O Globo, las carreras de Agronomía, Medicina Veterinaria, Ciencia Animal, Forestal y Tecnología de los Alimentos, fueron las más afectada con 62 estudiantes muertos y muchos otros que aún siguen hospitalizados.
El abogado de los dueños del local admitió la presencia de material inflamable
Jader Marques abogado de Elissandro Spohr, Kiko, uno de los propietarios de la discoteca Kiss, admitió ayer la existencia de una espuma que se utilizó – material que entró en el fuego encendido durante las primeras horas del domingo pasado – en la reforma que sirvió para aumentar el aislamiento acústico del sector de espectáculos.
La policía brasilera que investiga el uso irregular de materiales inflamables en el revestimiento utilizado para cumplir con las demandas hechas por el Ministerio Público para reducir el ruido, después de varias quejas de los vecinos.
El abogado sostiene que la colocación de la espuma en el techo del club se hizo bajo la dirección de un ingeniero y una empresa especializada.
