Rosa, una de las propietarias de los más de veinte puestos de artesanía apostados en la plaza 9 de Julio, rechazó la posibilidad de ser trasladada entre otros lugares al Parque Paraguayo, lugar al que calificó de «olvidado, dejado y además a quién le vamos a mostrar nuestros trabajos si ahí no va nadie». No obstante, la artesana registrada en la provincia desde el año 1993 aclaró que » para sacar a los artesanos de la plaza deberán crear una estructura para embellecer el lugar (Parque paraguayo), y darle seguridad, ya que anterioremente en el año 99 estuve allí, donde los kioskos eran destrozados y eran robados los trabajos».
Por otra parte, Rosa señaló que el mejoramiento de la plaza 9 de Julio «no solamente pasa por los artesanos» y agregó «se la debería mejorar estéticamente, decorar nuestros puestos por que según su significado griego la plaza es sinónimo de paseo, mercado y entretenimiento».
Sobre la habitual confusión de la sociedad entre un artesano y un laborista (hippie), Rosa explicó la artesanía «tiene un valor de mercado y puede llegar a ser una gran obra de arte», mientras que las labores o manualidades, a pesar de ser hechas a mano «no tienen el mismo valor».
«Igualmente el sol sale para todos y no los vamos a discriminar. Es muy valioso hacer el trabajo con las manos, ya que es la primer manifestación humana antes de la revolución industrial».
