La recolección se inició con expectativa de mejora en el precio con respecto al año anterior. Los asesoren recomiendan a los productores cuiden la calidad del producto. Es el tercer año que se siembra luego de una década de ausencia.
Con una estimación de cosecha de 150 mil kilos comenzaron a recolectar los primeros capullos de algodón en al zona de Leandro N. Alem. «Muy despacio se van abriendo los primeros pimpollos, otros tendrían que esperar una semana» comenta el técnico del Ministerio del Agro que asesora a los productores, Alfredo Comparín. El agrónomo estima que la próxima semana se estará en plena cosecha «después de la lluvia que está pronosticado y si hay buen sol».
Por las características de la producción del textil en Misiones, donde son pequeños productores a baja escala, la cosecha se realiza en forma paulatina, por la forma en que se van abriendo los capullos. «Eso es mejor para el productor porque pueden hacer la cosecha a medida que se va abriendo». En otros lugares del país donde se siembran grandes superficies y la cosecha es mecanizada el conveniente poder hacer la recolección en una vez. Pero esto que parece una desventaja, para el algodonero misionero es una virtud, ya que puede obtener calidad, al ser la cosecha manual. Son cerca de 200 productores que cultiva entre media y una hectárea del algodón, con mano de obra familiar. La cuenca se formó en la zona de los departamentos de Alem, San Javier y Oberá.
Preservar la calidad
El técnico pide a los algodoneros que cuiden la calidad del producto. «Una de las cosas que recalco es que no hay que hacer la cosecha cuando hay humedad o todavía no se terminó de abrir la cápsula», indicó. También es importante evitar que el algodón se contamine con sustancias extrañas. «Este año ya repartimos las bolsas especiales, que son de algodón». De esa manera se evita se introduzcan sustancias, que «se ve recién cuando se hace la tela» explicó Comparín a LT 17.
Buen clima
Las semillas fueron sembradas en el mes de octubre del año pasado con el acompañamiento del clima. Según indicó Comparín «hubo un poco de caída de capullos que no superó el dos por ciento. No se puede atribuir a ninguna enfermedad en especial».
El picudo también tuvo poca incidencia en el cultivo. De acuerdo a lo informado pro el técnico «hubo menos que el año pasado, gracias a que los productores destruyeron el rastrojo» en la cosecha anterior. Una vez finalizada la cosecha es fundamental realizar la tarea de destruir los restos de plantas, para que no sirvan de hospedaje a los insectos y que estos ataquen al cultivo al año siguiente.
Mejor precio
Para esta zafra se espera que el precio que obtengan los algodoneros «sea mejor al del año pasado, que fue de un peso» explicó el técnico, aunque aclaró que no maneja la parte de comercialización. Pero de acuerdo a lo que se pudo saber «el precio final se va a saber una vez que se venda el producto», agregó. Al frente de esta etapa del proyecto se encuentra la cooperativa Granjera de Cerro Azul, quien mantiene contactos y acuerdos de compra con otra entidad de Chaco.
El año pasado «el precio de venta fue parejo para todos, lo que queremos es que este se pague de acuerdo a la calidad del algodón entregado», explicó.
