En un proyecto de declaración, el diputado justicialista, Ricardo Biazzi manifestó su preocupación y oposición por la afectación -mediante rescisión de contratos, separación de funciones y traslados de periodistas, conductores y productores de LRH 301 Radio Universidad Nacional de Misiones- por razones políticas e ideológicas que nada tienen que ver con la capacidad profesional e idoneidad para desempeñarse en el medio. por un error involuntario, en los nombres de quienes habrían cesado en sus funciones debe decir Susana Babi que era contratada y parte del programa «La Ventana» en lugar de Alicia Rivas Zelaya que es planta permanente de la radio.
El legislador rechazó la » decisión de excluir del personal de LRH 301 Radio Universidad Nacional de Misiones, a las periodistas que trabajan en el programa «La Ventana» e integran -en condición de personal de apoyo técnico ad honorem- el proyecto de investigación «La construcción de las memorias de la dictadura en la Región», a cargo de la investigadora Yolanda Urquiza.
Solicita además al rector de la Universidad Nacional de Misiones, Aldo Luis
Caballero, arbitre los medios necesarios a fin de resolver la cuestión planteada.
En su proyecto pide que se comunique al ector de la Universidad Nacional de Misiones Aldo, Luis Caballero, al secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde, a la directora de LRH 301 Radio Universidad Nacional de Misiones, Claudia Sapa, a la subsecretaría de Derechos Humanos de la Provincia y a la coordinadora del proyecto de Investigación «La construcción de las memorias de la dictadura en la Región», Yolanda Urquiza.
Fundamentos
«Hemos recibido con mucho pesar y preocupación la información referente a una decisión política que se habría adoptado en el ámbito de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM) produciéndose, como consecuencia de ella, diversos traslados, separación de funciones, incluso rescisión de contratos de periodistas, conductores y productores de LRH 301 Radio Universidad Nacional de Misiones. Así, profesionales como Marina Casales, Susana Babi ya no formarían más parte de la programación de la emisora, que se ha caracterizado por ofrecer amplitud de perspectivas ideológicas, políticas y culturales a la comunidad académica y a los misioneros en general.
Otros integrantes de la radio, habrían pasado incluso a desempeñar tareas en otros sectores de la Universidad que nada tienen que ver con el medio de difusión de la Institución.
Todo lo señalado resulta más preocupante aún, si se confirmaran las sospechas de que los movimientos del personal (que continuarían en los próximos días), estarían motivados en razones políticas, a partir de las opiniones vertidas por los afectados. Especialmente, en los casos de los profesionales que han opinado o difundido posturas contrarias a la reforma constitucional pretendida por el oficialismo provincial.
Conviene aquí recordar que «el derecho a la información es el que tiene toda persona de recibir como la obligación de aquel que emite mensajes por cualquier medio de comunicación de proporcionar informaciones veraces y de relevancia pública, a fin de permitir la participación ciudadana en la vida colectiva del país mediante un debate pluralista» (Juan F. Armagnague y otros. «Derecho a la información, hábeas data e internet», Ed. La Rocca, BsAs 2002).
Ese derecho a la información, con rango constitucional en nuestro país, importa tanto la libertad de opinión y expresión, como el no ser molestado por causa de las opiniones emitidas en el ejercicio profesional. Que tal derecho incluye, además, la posibilidad cierta de que, sobre un hecho noticiable de trascendencia pública, deban existir diversas opiniones, en lo posible encontradas; sólo de esta manera se pueden cotejar las diferentes interpretaciones sobre los acontecimientos. Sostener lo contrario significa afectar el pluralismo ideológico y político, y en definitiva el ideario democrático.
La democracia sin control no puede durar, así como tampoco la prensa sin vocación de controlar, imponiendo un deber de conducta oído de labios de la sociedad civil (Bielsa).
Además, una situación como la referida estaría contrariando el ideario de la propia emisora, que sostiene en su página web (www.fm.unam.edu.ar): «FM Universidad es un modelo radial alternativo, y se ha constituido en un espacio para el ejercicio del periodismo independiente y de investigación; para la expresión de nuestros músicos, artistas e intelectuales; »
La presunta decisión de excluir del personal de Radio UNaM a las periodistas que trabajan en el programa «La Ventana» e integran -en condición de personal de apoyo técnico ad honorem- el Proyecto de Investigación «La construcción de las memorias de la dictadura en la Región», ha causado consternación entre las personas que trabajan en el campo de la investigación y comunicación vinculada con los derechos humanos.
El equipo de investigación académica (dirigido por Yolanda Urquiza) brinda asistencia técnica en los Juicios por la Verdad; y, a excepción de dos becas del Comité Ejecutivo de Desarrollo e Innovación Tecnológica (CEDIT) de la Provincia de Misiones, obtenidas por concurso, todos los demás miembros cumplen funciones ad honorem.
La polémica decisión ¿política? de no renovación de los contratos preocupa profundamente. Porque las personas deben alejarse a buscar otras fuentes laborales y se pierden recursos profesionales y humanos cuya formación ha demandado largo tiempo.
Por ello, pedimos al Señor Rector de la UNaM Dr. Aldo Luis Caballero revea la decisión, de confirmarse la misma en orden a la desarticulación un equipo de trabajo que incluía en su agenda problemáticas sociales que en general no ocupan un espacio relevante en otros medios de comunicación tales como los reclamos por la Ex Estación de Trenes, organizaciones de afectados por la represa Yacyretá, Asamblea de Vecinos del El Alcázar; Movimiento Agrario Misionero, Asociación de Productores Agropecuarios de Misiones APAM, Pastoral Social, SERPAJ Argentina y Paraguay, y voces de diversas organizaciones de la sociedad civil de la provincia y la región.
Resultaría paradójica esta medida cuando la propia Universidad ha anunciado recientemente la creación de un Observatorio de los Derechos Humanos que se ocupará de atender precisamente, todas las cuestiones a las que se referían tanto la gente del programa «La Ventana» como los investigadores afectados por esta decisión.
Esperamos que estas conductas no se constituyan en un precedente para modificar el perfil de una radio nacida en 1992 y que hasta ahora se había caracterizado por el pluralismo, la libertad de expresión y la defensa de los derechos humanos, entre ellos los de sus propios trabajadores.
El empobrecimiento del debate público mediante los ataques a la libertad de expresión, afecta indefectiblemente al sistema político. Esa libre de expresión es un derecho fundamental de las democracias y para la participación ciudadana en el control del poder político.
Con la convicción de que el esfuerzo de aportar a la apropiación del discurso sobre una sociedad participativa y democrática se legitima con la acción, queremos que todas las ventanas, – incluida «La Ventana» de Radio Universidad- sigan abiertas, para que por ella circulen todas las voces y que las acciones de investigación y comunicación en el campo de los derechos humanos encuentren un apoyo activo y concreto en las autoridades de la UNaM.
Por éstas y otras razones que expondremos al momento del tratamiento del presente proyecto, es que solicitamos el voto afirmativo de nuestros pares.
